Mauricio Javier Mendoza Valencia, de 38, años, artesano de calzado y originario de la ciudad de Masaya, fue secuestrado la tarde de este martes, dos de julio, mientras se encontraba en su casa, ubicada en el barrio Fátima de la ciudad de las flores.
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La detención arbitraria, se registró a la una de la tarde, cuando un fuerte contingente de oficiales del régimen, entró a la casa donde vive el ciudadano, lo encañonaron con fusiles AK y lo subieron con violencia a la tina de la camioneta de la institución policial.
“Mi hermano estaba saliendo del baño, cuando entraron muchos antimotines, entraron como que venían a buscar a un delincuente peligroso o como que había drogas, a mi hermano lo arrodillaron y lo apuntaron con sus armas, yo pregunté por qué se lo llevaban y una oficial me dijo que es porque hay una denuncia que él tiene bombas de contacto”, denunció Nohemí Valencia, de 50 años, hermana del detenido.
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Según Lucrecia Valencia Quiroz, de 78 años, madre de Mauricio Mendoza, éste nunca ha tenido bombas de contacto “Él anduvo en las protestas, pero nunca ha tenido bombas en su poder, eso jamás lo permitiría yo”.
Además de la detención ilegal, los agentes orteguista registraron los cuartos de la familia del detenido, sin encontrar ninguna evidencia de lo que buscaban. “Registraron todo, dejaron todo alborotado entraron a dos cuartos de mis hijas y no encontraron ninguna bomba”, denunció la madre de la víctima.
“Estamos con miedo, porque ellos (los policías) entraron apuntándonos a todos, yo estaba dándole de mamar a mi niña, cuando ellos arrodillaron a mi tío y lo apuntaban con sus armas. Yo gritando les decía que no lo mataran, porque él no ha hecho nada. Estoy en pánico, porque si mi hija se hubiese muerto ¿Qué hubieran hecho ellos? Eso no es vida, entran como que es su casa, eso no es vivir en una Nicaragua libre, estamos encarcelados con este presidente que tenemos, yo exijo que liberen a mi tío, porque es inocente”, dijo entre lagrima, María Auxiliadora López Valencia, sobrina del ciudadano secuestrado.
Están desesperados que andan buscando como la gallinita ciega quien cuente el relato de cómo se dió el “el intento de golpe de estado”, esperan encontrar a alguien que en su relato llegue a acusar hasta a Cristo por medio de los curas golpistas, necesitan esas evidencia y quizás logren mostrar como prueba una astilla de la cruz de Cristo Crucificado que encontraron en el tranque “a las puertas del cielo” donde el principal dirigente de dicho tranque era Cristo junto con Silvio Báez. Ya están cerca de encontrar a todos los involucrados en fraguar este horrendo golpe de estado en donde hasta Trump será llamado a declarar como testigo protegido del régimen para cerrar este caso y nuestros angelicales gobernantes puedan gobernar hasta que el pueblo los aguante.