Cientos de oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) volvieron a reprimir a los manifestantes azul y blanco en la catedral de Managua, después de la misa en acción de gracias por la liberación de los presos políticos que se realizó este domingo, 16 de junio. Entre los asistentes a la eucaristía estaban líderes campesinos, universitarios y estudiantes.
Durante el ataque, un joven de identidad desconocida resultó lesionado por una bala de goma en el abdomen que según los manifestantes fue disparada por la Policía orteguista cuando atacaba a los ciudadanos que con banderas y globos exigían democracia, libertad y justicia para los crímenes cometidos por la dictadura.
El líder universitario y miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) Yerri Estrada manifestó que después de la celebración religiosa intentaron salir a protestar a la calle, pero los policías se ubicaron en las cercanías de los muros y lanzaron bombas aturdidoras, piedras y balas de gomas al abdomen y la espalda. “Otra vez nos niegan el derecho a la libre movilización y concentración”, destacó el universitario.
Por otra parte, los manifestantes que se encontraban en el predio del templo gritaban que ya estaban cansados del asedio de la Policía porque no les permiten estudiar, trabajar ni manifestarse. Además, solicitaron a la comunidad internacional seguir con las sanciones porque el régimen no muestra voluntad de cambio y cada vez viola los derechos de los ciudadanos.
Siguen criminalizando a los manifestantes
Asimismo, el universitario y miembro de la Alianza Cívica Jasson Salazar denunció que el uso de armas contra los manifestantes y la fuerza desmedida demuestran la criminalización del régimen contra los que se oponen a su mandato y exigen democracia para Nicaragua.
También detalló que “seguiremos demandando el respeto y cumplimiento de los acuerdos suscritos y los derechos que tenemos como ciudadanos. Seguiremos movilizados y seguiremos protestando porque es nuestro derecho constitucional”.
Finalmente, los miembros de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), en conjunto con la Alianza Cívica, lograron evacuar a los jóvenes que estaban en los predios de la iglesia protestando.
Están desesperados y con miedo los asesinos y criminales por haber doblegado al pueblo en los presos políticos. Que ejecuten las sanciones contra este régimen Genocida.