El teniente antinarcótico Edwin Hernández Figueroa, habitante de León, antes de ser secuestrado en la frontera norte de Nicaragua, el lunes 10 de junio denunció ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) que dejaría la institución policial porque no estaba de acuerdo en reprimir al pueblo y seguir cumpliendo las órdenes del dictador Daniel Ortega. Además, invitó a sus colegas a no seguir violando los derechos de los nicaragüenses.
En una serie de vídeos que entregó a la CPDH y autorizó utilizarlos solo si era detenido manifiesta, entre lágrimas y nervios, que “es un trabajo que no me nace hacerlo del corazón. Yo les pido a mis demás compañeros que no hagan cosas arbitrarias… y a la Comisión de Derechos Humanos que sigan velando por el bienestar de las personas que necesitan de su ayuda”.
Declaró que tenía temor de ser trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) por su condición y cargo en la Policía orteguista, la cual ha violado los derechos humanos de los reos políticos y de la ciudadanía en general.
Sus uniformes, su grado, su arma, su chaleco, su chip número 1163 y su carné los dejó en las manos de su mamá para que los entregara cuando este se encontrara fuera del país. Hernández se disponía a emigrar hacia Estados Unidos con su esposa y su hija porque no soportaba la situación en la Policía Nacional, donde son obligados a agradecer a los ciudadanos por sus ideologías políticas y por exigir el respeto a sus derechos.
Entrenados para matar
Antes de ser detenido, en los vídeos entregados a este organismo denunció que en predios vacíos de la ciudad de León están entrenando a personas para matar a los ciudadanos que se opongan al mandato de la familia presidencial.
Hernández dijo que este es el segundo entrenamiento militar para policías y trabajadores del Estado. Parte del entrenamiento es practicar puntería con el objetivo de matar.
El abogado defensor de la CPDH Pablo Cuevas explicó que “hubo una actividad de entrenamiento militar y a ese entrenamiento militar se le llaman concentrados. Es la segunda fase de este entrenamiento en tácticas de guerra que se ejecutan detrás de la Policía de León; donde la orden es el que levante la mano cortársela. El objetivo es asesinar al ciudadano que proteste y que estas acciones vendrán de manera posterior”.
13 años en la Policía
Hernández tenía 13 años de trabajar en la Policía Nacional; sin embargo ante los hechos violentos que ha provocado el régimen de Daniel Ortega desde abril de 2018 y que los ha obligado a cometer actos ilícitos, según el reo político; este ya no se sentía bien, pero tenía temor de renunciar, ser apresado y torturado.
El abogado defensor explicó que le están dando seguimiento al caso del teniente y le exigen a la Policía respetar la integridad física y psíquica del reo político. Aseguró que Hernández acusó directamente al dictador Daniel Ortega y a la Policía orteguista si le sucedía algo.
Cómo quieren frenar las sanciones que ellos no frenan la represión, las arbitrariedades, los abusos, sus Asesinatos y Crímenes, el Gobierno Terrorista, Represor y Genocidas. Es hora que la comunidad internacional actúe más fuertemente contra estos Hipócritas y Cínicos.
Esta claro que están preparándose para una guerra contra el pueblo. Pendejos. Creen que le ganarían al pueblo. Idiotas.