El abogado opositor y exreo político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Chéster Membreño, declaró que durante su secuestro en el Sistema Penitenciario de Varones “Jorge Navarro”, conocida como “La Modelo”, ubicado en el municipio de Tipitapa, Managua fue golpeado por oficiales extranjeros, a quienes identifica como cubanos por su forma de hablar y porque le decían que le iban a enseñar “el verdadero sistema cubano”.
“El ocho de marzo, ese día unos agentes cubanos me golpearon en el cuerpo para no dejar señas y me trasladaron de celda. Fueron unos golpes de manos cerradas en todo el cuerpo”, denunció Membreño, quien aduce que su único delito fue escribir artículos de opinión contra el régimen orteguista.
El reo de la dictadura relató que si en el penal se quejaban de las condiciones en que se encontraban o por estar enfermos los guardias de “La Modelo” los agredían. “La represión es tanta para el preso político como para el preso común porque ahí nos mezclaron. Creo que por eso la mayoría de presos comunes nos apoyaron porque han tenido años sufriendo ese sistema que hay en la 300”.
Concluyó que vio el asesinato del reo de conciencia Eddy Montes y que la versión de la Policía orteguista es falsa porque el preso político era pastor y nunca cometió actos de violencia mientras estuvo detenido.
A Membreño le quemaron su casa sujetos encapuchados, los cuales dejaron en escombros parte de la vivienda que se ubicaba en Masaya. Ante este acto de violencia el reo político señaló directamente a Daniel Ortega y Rosario Murillo como los principales causantes de este hecho.
El 24 de julio fue secuestrado por la Policía orteguista y presentado como terrorista en medios de propaganda del régimen. El nueve de enero de este año murió Cela Palacios, de 68 años, madre de Membreño y a quien no le permitieron asistir a las honras fúnebres.
Membreño fue puesto en libertad este lunes, 10 de junio, bajo la “Ley de Amnistía 996”, creada por el régimen de Ortega y que ordena eliminar los expedientes de los reos políticos y detener las investigaciones de personas que estaban en ese proceso.