Después de seis meses de secuestro, el brigadista médico y exbombero, Chester Navarrete Jarquín, de 25 años, originario de Masaya, salió el 20 de mayo de los calabozos del sistema penitenciario, Jorge Navarro, conocido como “La Modelo”, en Tipitapa, bajo el régimen de convivencia familiar.
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El brigadista médico, fue secuestrado el 10 de noviembre de 2018 y acusado por la justicia orteguista, por los delitos de terrorismo, robo agravado, tenencia ilegal de armas y obstaculización a servicios públicos.
Único delito, atender heridos
Chester Navarrete, con conocimientos en enfermería y con grado de sargento del cuerpo de bomberos de Masaya, tomó la decisión de brindar atención médica a las personas que protestaban en contra del régimen de Daniel Ortega, desde el 18 abril de 2018 y que dejó como saldo miles de heridos y 36 asesinados, en menos de tres meses, solo en ese departamento.
“El 20 de abril, tomé la decisión de brindar atención médica, a las personas que andaban en las protestas, no solamente di atención médica a un bando, sino también a policías y paramilitares. Ese fue el “delito” que cometí y por el que estuve secuestrado varios meses”, dijo a Artículo 66, Chester Navarrete.
“Soy Sandinista, pero no orteguista”
Según el brigadista médico y ahora preso político de la dictadura de Daniel Ortega, siempre ha sido sandinista, pero jamás ha estado a favor del régimen de Daniel Ortega. “Soy sandinista y jamás dejaré de serlo, porque sigo los ideales de Sandino, pero jamás he estado de acuerdo con un gobierno opresor, al que se le olvidó el socialismo y defiende solo sus intereses capitalistas”.
Además, de ser militante del partido de gobierno, Navarrete, perteneció a la juventud sandinista (JS) y debido a sus conocimientos ambientalistas, fue coordinador del Movimiento Guardabarranco, con sede en Masaya, motivos por lo cual, el régimen de Daniel Ortega lo quería obligar a reprimir a los manifestantes antigobierno en esta ciudad.
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“Estuve desde el 2014 al 2017, en el Movimiento Ambientalista Guardabarranco, en Masaya, como coordinador. Me salí, porque ya no me gustaba la política de trabajo y porque iba a continuar mi carrera de Contabilidad. El 19 de abril del año pasado, llegaron varias personas a mi casa, llegaban para decirme si iba a volar “merengue” a los que estaban protestando, pero les dije que lo iba a pensar. Luego que me vieron dar atención médica, comenzaron las represalias y amenazas, lo cual me obligó a cambiarme de casa”.
Señalado de traidor
Luego de ser militante sandinista y ahora unirse a la revolución pacifica de los nicaragüenses, el gobierno de Ortega, ha considerado a Chester Navarrete como “traidor”, por no estar de acuerdo con su régimen. “A mí me cusan de terrorismo, pero la verdad, es que están molestos por haberme hecho al lado del pueblo, en varias ocasiones me dijeron traidor, porque decían que había dado la espalda a la revolución”, refirió Navarrete.
El excarcelado político también afirma que los asedios hacia él y a su familia, han sido constante. “Desde que salí de La Modelo el asedio no ha cesado, yo he recibido llamadas de trabajadores del gobierno, me dicen que tienen que hablar conmigo y como me niego, se han atrevido de decir que soy mal agradecido, pero eso me tiene sin cuidado, porque seguiré defendiendo la libertad del pueblo de Nicaragua”.
“El gobierno mató a don Eddy”
Luego que el 16 de mayo, fuerzas de antimotines y custodios de La Modelo arremetieron contra presos políticos y cobrara la vida del preso Eddy Montes, de 57 años, Navarrete aduce, que éste fue asesinado por un custodio de La Modelo. “La guardia de Daniel Ortega, asesinó a don Eddy, don Eddy no hizo nada malo, yo traté de auxiliarlo, pero ya era tarde”.
Según Chester Navarrete, la paliza en su contra recibida el 16 de mayo, era dirigida y que el propósito era asesinarlo. “¡Querías medir fuerzas con nosotros Chester?, no midas fuerzas con nosotros, me dijo una mujer policía, luego que me habían golpeado brutalmente. Creo que para ellos soy una amenaza, pero no importa, seguiré demandando justicia y exigiendo libertad”, concluyó el joven paramédico.