Los grupos de choque del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo que operan en Masaya se han dedicado a hostigar y asediar a los padres del estudiante de medicina y autoconvocado, Jairo Caldera, de 22 años, quien tuvo que exiliarse desde junio de 2018 cuando paramilitares y policías entraron a la ciudad y a punta de balas levantaron las barricadas de la zona central.
Pese a que Caldera se refugió en Costa Rica para salvar su vida, los fanáticos de la tiranía con apoyo de la guardia han arremetido en contra de los padres de Jairo, Neyra Argentina Murillo Moraga, de 65 años y Jairo José Caldera, de 68. Los dos ancianos viven solos en su en casa, ubicada en el barrio San Jerónimo, en Masaya.
Según Neyra Murillo, el asedio e intimidación son constantes. “El hostigamiento es a diario. Cuando estuve fuera del país, unos vecinos le preguntaron a mi esposo (Jairo Caldera Moraga) que a dónde estaba yo, no sé cuál es el interés que tienen con nosotros. La vigilancia es diario, a tal punto de no permitir que mi chavalo (Jairo Caldera) pueda arrimar a su casa”.
Sentencia de muerte
Los padres de Jairo Caldera dicen no aguantar “el dolor” de no tener a su hijo cerca, “pero es mejor que esté lejos, aunque nos duela, antes que esté aquí (en Nicaragua) y lo metan preso o lo maten. Uno de los que anda en las calles me dijo que si miraban a mi hijo, lo iban a matar. Ese es el miedo de nosotros, que nos quiten a nuestro único hijo”.
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“Yo fui a Costa Rica tres meses y medio. Cuando vine encontré a mi perro muerto, si a mi perro lo mataron por puro gusto, imagínese lo que nos pueden hacer a nosotros o a nuestro hijo”, relató muy conmovida Neyra Murillo.
Orteguismo los señala de “golpistas” y “terroristas”
De acuerdo con la denuncia, la intimidación y asecho en contra de los padres de Jairo Caldera ha llegado al extremo de vigilar los medios de comunicación con los que se informan y los tildan de “golpistas”. “La incomodidad de algunos vecinos es porque escuchamos radio Corporación. Nos han dicho que somos golpistas, pero nosotros no hacemos nada para recibir esas amenazas”, refirió la madre del exiliado.
“Unos vecinos se atrevieron a preguntarme si nosotros tenemos armas y si las teníamos que tuviéramos cuidado, porque nos podían llevar a nosotros, pero nosotros no tenemos nada de armas”, dijo Jairo Caldera.
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Por su parte, el joven universitario Jairo Caldera responsabiliza a las turbas orteguistas de cualquier daño o violencia que puedan sufrir sus padres. “Mis padres están solos. Si a ellos les llega a pasar algo el único responsable es el gobierno. Yo no puedo llegar a Nicaragua, porque estoy amenazado de muerte y si no logran matarme, me pueden inventar delitos, porque lo único que hice es protestar en contra de la injusticia de este gobierno”.
Golpistas… Entonces, no solo este ciudadano, sino: Todos los que escuchamos Radio Corporación.