Han pasado más de dos meses del secuestro del paramédico y exbombero de Masaya, Chester Navarrete, de 24 años; preso político del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La dictadura lo arrestó el 10 de noviembre de 2018 y lo acusó de secuestro, robo, tortura, tenencia ilegal de armas y terrorismo- El último cargo se lo adjudicaron el 10 de enero, en la segunda audiencia en los Juzgados de Managua.
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En una entrevista realizada por Artículo 66 el 11 de noviembre 2018, Chester Navarrete, padre del joven brigadista, dijo que, su hijo fue capturado en el restaurante El Sazón de los Lugos, en Nindirí, “mientras se encontraba con unos amigos. Luego, a las siete y quince de la noche llegaron a la casa seis camionetas (…) y sin mediar palabras entraron y dijeron que llegaban a buscar evidencias en contra de Chester, porque estaba implicado en delitos de los pasados conflictos sociales en el país; además, en una patrulla iba mi hijo, esposado y custodiado por personas civiles y uniformados”.
Chester Navarrete y su compromiso con Nicaragua
Chester Navarrete es un joven universitario. Cursaba el quinto año de Contabilidad en la Universidad Católica (UNICA). Fue miembro del cuerpo de bomberos de Masaya, con grado de sargento. También, cursó un año de enfermería, donde adquirió conocimientos de primeros auxilios. Navarrete se dedicó a brindar asistencia médica a jóvenes que resultaron heridos durante las protestas que fueron reprimidas a balazos por policías y paramilitares en Masaya.
“Ese chavalo (Chester Navarrete) era valiente, se metió en lo más rudo del combate, no solamente auxilió a los que estábamos en la lucha, sino también a periodistas, los cuales fueron heridos mientras hacían su trabajo. Considero que es un ajuste de cuenta del gobierno, porque lo deben considerar un traidor por no estar en su bando, porque hasta donde sé él pertenecía a la Juventud Sandinista de Masaya, pero pudo más su valor humano de salvar vidas”, dijo Carlos Matute, joven que estuvo en las protestas contra el régimen y que tuvo que exiliarse para no ser víctima del orteguismo.
“Mi hermano es un chavalo alegre, dinámico, muy comprometido con sus deberes, nunca fue ocioso. Fue muy disciplinado en sus obligaciones. Cuando se dan los conflictos, quiso dar su aporte brindando atención médica a los que lo necesitaban, no hay ninguna prueba que lo incrimine en acciones ilícitas. Siempre dijo que lo hacía porque era necesario salvar vidas y ayudar a las personas”, refirió Nelly Navarrete Jarquín, hermana del joven preso político.
Más fuerte que nunca
Las únicas personas que han podido visitar al brigadista médico, tanto en El Chipote como en el sistema penitenciario La Modelo, son su mamá, Jamileth Jarquín Mesa, y su hermana Nelly Navarrete, las cuales han podido constatar la fortaleza y firmeza que ha ido adquiriendo Chester dentro de la cárcel.
“La primera vez que lo vi en el Chipote, fue muy duro, me abrazó fuerte, no paraba de besarme, me decía lo mucho que me quiere, me dijo que él es inocente de todo lo que se le implica. También me comentó lo firme que ha estado en el Señor, que todos los días hacen cultos y oran, eso le ha ayudado a hacer menos dolorosa su detención”, comentó Jamileth Jarquín Mesa, madre de Chester.
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Además, la progenitora del brigadista afirmó que la última vez que visitó a su hijo, el jueves, 10 de enero, lo vio “muy renovado, fuerte, su convicción cristiana ha crecido. Sabemos que es inocente y que pronto saldrá libre. Él está muy consciente del posible veredicto del juez, él me dijo,´ya sé cuál puede ser la condena que me den, pero sé que soy inocente, Dios sabe que nada malo hice´”.
Juicio en el mes de su cumpleaños
El juicio contra Navarrete está programado para marzo. En ese mes, el joven cumplirá sus 25 años. “Mi primo cumple años el 15 de marzo, esperemos que sea el día que lo dejen en libertad, porque al igual que todos los presos políticos, Chester es inocente, confiamos en Dios que se hará justicia”, concluyó una de sus familiares.