La represión estatal ejercida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ante las protestas sociales iniciadas en el mes de abril del 2018, por las reformas al reglamento de la seguridad social, y que posteriormente ascendieron a la demanda de democracia y justicia para Nicaragua, provocó que el Producto Interno Bruto (PIB) del país cayera un 3.8 % según números del Banco Central de Nicaragua.
Las estadísticas de hoteles y restaurantes reflejan que ese es el sector con mayor afectación al cierre de 2018, con un decrecimiento del 20.2 %, seguido por la construcción con una caída del 15.7 % y el sector del comercio con el 11.4 %. Otros sectores como el pecuario cayeron 5.4 % y servicios financieros un 5.2 %.

Sector turismo el más afectado
La caída en la llegada de turistas producto de la presencia de paramilitares en los departamentos del país y la capital, provocó para el sector turismo un retroceso en materia de visitas de ocho años y representa un total del 55%, según datos de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (CANATUR). 975 mil turistas llegaron al país el año pasado, resultando una bajada de 800 mil visitantes. Estos datos son más serios aún si se toma en consideración que el sector turismo tenía proyectado el ingreso de al menos dos millones, señaló la presidenta de CANATUR, Lucy Valenti.
La pérdida nacional en temas de ingresos representa para el sector más de 440 millones de dólares, es decir, cuatro veces por encima de las cifras que muestra el Gobierno. CANATUR estima el retroceso en ingreso de divisas en unos cuatro años.

En plena crisis 70 mil personas salieron de plantilla de las empresas turísticas, de estas 62 mil 400 corresponden a despidos definitivos, mientras 18 mil reestructuraron contratos con acuerdos de flexibilidad. Según los datos de la gremial a más de 80 mil personas relacionadas con el sector les cambió la vida.

Según la presidenta de CANATUR, Lucy Valenti la tendencia para el 2019 es a la baja, con una estimación oficial de caída del 10%.
Proyecciones 2019
Si 2018 pasará a la historia como uno de los peores años para la economía desde los años ochenta, 2019 apunta a ser aún más dramático para el empleo, el salario, la inversión extranjera, el turismo, la construcción, la llegada de cooperación internacional, el sistema financiero nacional y el consumo nacional en general, según advierten economistas y centros de pensamientos.
El economista Luis Murillo explicó que las cifras oficiales dan cuenta del deterioro de la economía. “Significa que prácticamente nuestra economía era vulnerable. Pasamos de ser la tercera economía de mayor crecimiento a una economía que solo está detrás de la de Haití, todos los pilares no eran sólidos, eran remesas, commodities, era cooperación internacional, todo eso vino al deterioro después del 18 de abril”.
“La última depresión económica que vivió Nicaragua fue en los años 80. Nos tocó esperar 27 años para encontrar sendas de crecimiento positivo. Por cada minuto, por cada día, que no nos pongamos de acuerdo estamos generando inestabilidad que será difícil de recuperar en el futuro”, expresó el experto.
Por su parte la Fundación Nicaragüenses para el Desarrollo Económico y Social advirtió en su informe de coyuntura de Nicaragua de abril del 2019, que, en el caso de extenderse la crisis, la mitad de la población se enfrentaría a riesgos de pobreza.
Además, señalan que se espera una reducción en los precios de los productos de exportación, el sector que mejor había logrado sortear la crisis durante el 2018.
