Según el sociólogo Oscar René Vargas, el régimen de Daniel Ortega oficializará este jueves, siete de marzo, mediante un decreto presidencial la compra por parte del Estado de Nicaragua del Banco Corporativo (Bancorp) y tres plantas propiedad de Alba Generación, por un total de 22 millones de dólares.
«Hace semanas reunieron un equipo económico para que hiciera propuestas y esa salió de ahí. La aprobó Ortega», agregó el sociólogo y exdiplomático.
Según la información que posee Vargas, el régimen pretende, con esta operación, que el «Bancorp y Alba Generación dejan de ser parte del grupo de Albanisa y ya dejan de tener sanción (impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos que los ubica como estructuras de lavado de dinero, por estar conectadas con los petrodólares venezolanos)».
Otra fuente ligada a las operaciones de Albanisa, explicó que la empresa Alba Generación es la subsidiaria de las plantas de generación eléctrica “Hugo Chávez”, “Che Guevara” y el parque eólico “Comandante Camilo Ortega”, en Rivas, las que estarían siendo compradas por el Estado.
El parque eólico Camilo Ortega fue inaugurado en marzo del 2014 y según la información oficial de ese entonces, el proyecto costó 90 millones de dólares y tendría una capacidad de producir 40 megavatios de energía a base de viento.
Según la exguerrillera Dora María Téllez con esa venta «forzosa se está frente a dos operaciones; por un lado (pretenden) esquivar las sanciones y por otra es lavado de dinero, le pagan a las empresas (generadoras) con bonos y el Estado queda endeudado y ellos luego reciben el dinero».
«Esa es una operación que primero trata de evadir las sanciones que la administración de los Estados Unidos ha impuesto sobre PDVSA, sobre Albanisa y sobre el Bancorp, y de esa manera evitar de que estas plantas entren en crisis, porque no tienen suministro de combustible para operar, justamente porque nadie les quiere vender porque pertenecen al conglomerado de Albanisa», analizó la comandante Téllez.
Si el régimen ejecuta esta «operación», lo que ocurriría en la práctica es «una nacionalización, una venta forzada», dijo la número dos del histórico comando guerrillero que asaltó el Congreso Nacional el 22 de enero de 1978.
«Están obligando al Estado de Nicaragua a comprar unas plantas en unas condiciones deficientes, endeudadas, con funcionamiento inadecuado y prácticamente paralizadas porque no tienen suministro de combustible. Entonces por un lado pretenden evadir las sanciones, que los Estados Unidos les ha impuesto a las empresas dependientes de Albanisa, y segundo lugar es lavado de dinero. El Estado de Nicaragua va a pagar esas plantas, seguramente las va a pagar con bono o a lo mejor las paga en efectivo y esos bonos o ese efectivo pues ya tendría una procedencia documentada y ya constituiría dinero lavado que va a manos del grupo Ortega Murillo, por que ¿Quién es el dueño del Bancorp y quién es el dueño de Alba Generación? Pues el grupo Ortega-Murillo», fustigó.
¿Mismo destino para Disnorte y Dissur?
La exguerrillera sandinista fue más allá y auguró que «por el mismo rumbo van (las distribuidoras energéticas) Disnorte y Dissur. Cualquier día de estos aparece también una venta forzada de Disnorte y Dissur al Estado de Nicaragua».
Téllez calificó como «un nuevo robo al Estado de Nicaragua» una eventual transacción turbia para deshacerse de las generadoras eléctricas. «Vender unas plantas viejas, unas plantas de búnker, unas plantas endeudadas y además bloqueadas, para evadir el bloqueo y para salvar una parte de su dinero».
Estados Unidos debe estar alerta
La comandante sandinista consideró que el operativo de venta de Bancorp y Albageneración encenderá las alarmas en el sistemas de inteligencia económica de Estados Unidos. «Yo creo que el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado puede en cualquier momento alertar a cualquier comprador de que ese es un dinero que se trasiega como un dinero lavado y que el Gobierno de Ortega quiere consumar una operación de lavado de dinero obligando al Estado a que le compre esas empresas, que ellos ya no pueden tener en las manos porque están quebrados».
Sanciones a PDVSA llegan hasta la caja fuerte de Albanisa, el Bancorp
El 28 de enero de 2019, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, anunció fuertes sanciones contra la petrolera estatal de Venezuela PDVSA, a la cual además le congeló unos 7,000 millones de dólares que estaban en bancos estadounidenses. Dichas sanciones fueron aplicadas igualmente a Albanisa por su conexión con la petrolera bajo el poder de Nicolás Maduro.
Las empresas que tienen relación directa, indirecta o mixta con PDVSA tienen, según el Departamento del Tesoro, hasta el 29 de marzo para desligarse de la petrolera sudamericana.
Son mafiosos y gánsteres, hampones más refinados que la mafia Siciliana. Es por eso que no se debe dar oxigeno a estos delincuentes comunes.