Nicaragua cumple este lunes, 18 de febrero; 10 meses de protestas sociales, 307 días que han costado a los nicaragüenses más de 500 muertos y 700 presos políticos, según datos de organismos defensores de derechos humanos tanto nacionales como internacionales.
Las protestas sociales que iniciaron el 18 de abril de 2018 demandaban inicialmente la derogación de las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) que, entre otras medidas, aumentaba el aporte a los trabajadores y empleadores, achicaba las pensiones, a las que también les creaba un tributo ilegal del cinco por ciento.
Noticia relacionada: Nicaragua cumple siete meses de protestas resistiendo la represión del régimen de Daniel Ortega
La represión gubernamental ejercida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo provocó uno de los episodios más sangrientos y violentos de la historia de Nicaragua en tiempos de paz. Los asesinatos a universitarios, la represión contra periodistas, la agresión contra activistas sociales y la violencia estatal se convirtió en el pan de cada día de los nicaragüenses.

La presidenta del Centro Nicaragüenses de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez de Escorcia, manifestó que de abril del 2018 a febrero 2019 Nicaragua ha vivido los meses más difíciles de su historia. “Todo lo que ha ocurrido ha sido más cruel y más métodos de violación a los derechos humanos, son más difíciles de enfrentar de cuando enfrentamos a la dictadura de Somoza”.
Pese a esto, “la gente ha mostrado fuerza, convicción y ha mostrado a Daniel Ortega que quiere que se vaya, la resistencia se mantiene de la forma que sea”, expresó Núñez.
Harley Morales, miembro de la Alianza Universitaria Nicaragüense, sostiene que estos diez meses han servido para que la juventud resignifique el valor de la política en función de crear cambios positivos para la sociedad.
“Hemos sido una juventud que le hemos puesto la cara a uno de los regímenes más autoritarios que están a la par de regímenes del sur como Pinochet, hemos tenido la capacidad de una forma auténtica de organizarnos y seguir resistiendo, sentamos en la mesa a dialogar a un dictador”, recalcó el líder universitario.

A diez meses y un intento fallido de dialogar, la salida pacífica y consensuada para resolver la crisis que vive el país sigue siendo la misma. El segundo esfuerzo de retomar la comunicación con el gobierno fue encabezado por los representantes del gran capital, lo que generó suspicacia y desconfianza entre la población.
Al respecto, la presidenta del Cenidh sostuvo que no se debe quemar ninguna iniciativa, pero tampoco ser ingenuos. “Se debe manejar el nivel de desconfianza, que ahí está todo claro y transparente, sentarse con Ortega siempre es un riesgo”.
La histórica defensora de derechos humanos además recomienda estar “ojo al Cristo”, pues no se puede dialogar sin justicia y con las cárceles llenas de presos políticos.
Por su lado, Harley Morales aseguró que los estudiantes exigen participación en cualquier proceso de negociación y que están listos y preparados para dialogar.
Noticia relacionada: Alianza Cívica exige la liberación de los presos políticos
El estudiante valoró como positivo el esfuerzo del gran capital. Además, señaló que confían en que no existan negociaciones por debajo de la mesa, ya que los empresarios están conscientes, según él, de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen y de las advertencias de las sanciones financieras de los Estados Unidos.
Como precondiciones para retomar el diálogo los estudiantes siguen exigiendo la libertad de todos los presos políticos, cese de la represión y el restablecimiento de las garantías ciudadanas.