La profunda crisis sociopolítica que ha devenido en un acelerado desgaste económico en Nicaragua, ha provocado el cierre de centenares de empresas y sucursales bancarias en todo el país. Las últimas ventanillas de bancos en dejar de funcionar fueron la sucursal del Banco de la Producción (Banpro) en La Paz Centro y la de la Zona Franca Las Mercedes, en Managua.
Hasta mediados de enero habían cerrado a nivel nacional al menos 37 sucursales bancarias. Durante estos cierres fueron despedidas más de 300 personas.
La crisis que vive el país desde el 18 de abril, la fuga de depósitos y el incremento de la cartera de riesgo son los principales problemas que sufre el sistema bancario nacional.
Según José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), dijo que estos cierres de ventanillas bancarias en los departamentos buscan «reducir en la medida de lo posible sus gastos». Aguerri también dijo que entre las medidas está el despido de trabajadores y la disminución de horario de trabajo.
«Se está tratando de hacer una combinación que permita que los bancos de alguna manera sigan operando en esta nueva normalidad», explicó el presidente del empresariado nacional.
1.2 millones de nicaragüenses pueden caer en la pobreza si la crisis continúa
Hasta el 18 de abril habían 612 sucursales y ventanillas bancarias con 11,484 trabajadores; de estas, 267 estaban ubicadas en Managua y 345 en los departamentos. Para noviembre de 2018, se reportaron 575 sucursales, 251 de ellas ubicadas en Managua y 324 en los departamentos y también los bancos reportaron 364 empleos menos en el sector.

1,373 millones de dólares en depósitos salieron del Sistema Financiero Nacional entre abril y octubre del 2018, De este monto, 987 millones fueron retirados en dólares, mientras que en córdobas salió el equivalente a los restantes 386 millones de dólares.
Aguerri señaló que pese a esta masiva salida de dinero de las bóvedas bancarias, el sistema financiero ha reaccionado de una manera responsable. Además de los factores relacionados a la crisis que vive Nicaragua, el economista independiente Luis Murillo, aseguró que lo que está pasando con la banca nacional es «la crónica de una muerte anunciada», ya que el sector, por años, basó su crecimiento en el ordenamiento jurídico y los créditos de consumo, sin tomar en cuenta las capacidades de pago de las personas al momento de una crisis.
Pronto estaremos peor que venezuela, parece que los ormu han convencido a algunos que todo está normal ya que ahora no hay organismos de DDHH y muchos periodistas han salido por eso no hay denuncia de lo que pasa, por ej. al canal 12 le pusieron una multa de 20 millones para desaparecerlo.