37 sucursales y ventanillas bancarias cerraron entre abril y noviembre del año pasado, y más de trescientas personas quedaron desempleadas en este sector, producto de la fuga de depósitos y el incremento de la cartera de riesgo, a raíz de la crisis sociopolítica que enfrenta Nicaragua.
En abril, funcionaban 612 sucursales y ventanillas bancarias con 11,484 trabajadores; de estas, 267 estaban ubicadas en Managua y 345 en los departamentos, según un reporte del diario La Prensa.
En noviembre, se reportaron 575 sucursales, 251 de ellas ubicadas en Managua y 324 en los departamentos. En el lapso de referencia también se redujeron 364 empleos en el sector, ya que en noviembre solo se reportó 11,120 trabajadores.
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1,373 millones de dólares en depósitos salieron del Sistema Financiero Nacional entre abril y octubre del 2018, De este monto, 987 millones fueron retirados en dólares, mientras que en córdobas salió el equivalente a los restantes 386 millones de dólares.
Según reportes de los indicadores financieros publicados por el Banco Central de Nicaragua en abril del 2018, la cartera de riesgo representaba el 3.33 por ciento del total de la cartera de las entidades que forman el Sistema Financiero Nacional (SFN), seis bancos y tres financieras, pero a noviembre ésta se incrementó hasta 9.79 por ciento.
Crónica de una muerte anunciada
Para el economista independiente Luis Murillo, lo que sucede con la banca nacional es “la crónica de una muerte anunciada”, ya que el sector por años basó su crecimiento en el ordenamiento jurídico y los créditos de consumo, sin tomar en cuenta las capacidades de pago de las personas al momento de una crisis.
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El economista considera que la crisis que enfrenta el sector no se resuelve con el cierre de sucursales y la publicación de lista de deudores en los diarios de circulación nacional, ya que estas son medidas de forma y no de fondo.
“Esto a mi no me sorprende, lo que se debe realizar es una modificación a la ley crediticia, conceder periodos de gracia y restructuraciones reales de las deudas” argumenta el experto en temas económicos.
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Según especialistas del sector bancario, la caída del cuatro por ciento que se calcula tuvo el Producto Interno Bruto (PIB) el año pasado golpeó tanto el consumo como la inversión; esto provocó un alarmante deterioro del crédito que afectará no solo al Sistema Financiero Nacional.
Algunas fuentes cercanas a la banca han expresado que la normativa aprobada a finales de Mayo del 2018, por la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras (Siboif) que permitía a los bancos y las financieras reestructurar o prorrogar los créditos a las personas, que debido a afectaciones directas o indirectas de la crisis sociopolítica que estalló el 18 de abril, enfrentaran dificultades para honrar sus compromisos, no fue tan efectiva como se esperaba y no frenó el crecimiento de la mora.