El obispo de León, Bosco Vivas Robelo, se ha visto envuelto en una nueva polémica tras permitir este 6 de febrero que las autoridades de la Asamblea Nacional, dominada por el régimen orteguista, realizaran una “sesión solemne” con motivo del 103 aniversario de la muerte del poeta Rubén Darío.
Vivas no solo engalanó la Catedral de la Diócesis de León con una vistosa alfombra roja, sino que también cedió su lugar en el centro de la misa del presídium para que la ocupara el diputado del régimen Gustavo Porras, presidente de la maquinaria legislativa del régimen.
Noticia relacionada: Ortega sigue matando en toda Nicaragua y se ensaña nuevamente contra León
Porras está señalado como uno de los cabecillas de la represión y asesinatos desatados por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra las manifestaciones, que se dieron en 2018.
La presencia de Porras y la aplanadora orteguista en la Catedral de León generó una serie de comentarios negativos hacia la ya deteriorada imagen del obispo Bosco Vivas; quien se ha caracterizado por su cercanía a personeros del régimen orteguista, incluyendo el hijo de la pareja gobernante, Laureano Ortega Murillo; a quien invitó a cantar en diciembre pasado en la Serenata de Amor a la Virgen, en el Santuario Nacional de El Viejo.
Noticia relacionada: El tenor de la familia Ortega-Murillo cantó en serenata a la Virgen
“Si el jerarca nicaragüense, cardenal Leopoldo Brenes prefiere dormir tranquilo, mientras Monseñor Bosco Vivas se sienta con asesinos en un altar de la Catedral de León, entonces sí, esta es la imagen que describe lo corrupta que es mi iglesia y no me representa”, dijo el diseñador Vicente Castellón en su red social de Twitter.
Por su parte, el periodista exiliado Luis Galeano fustigó duramente que el obispo Vivas departiera alegremente en el interior del templo con personeros del régimen, quienes han sido acusados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) como copartícipes de la represión que se ha saldado con al menos 325 víctimas mortales y más de 600 personas detenidas en las ergástulas del gobierno por mostrar su disenso con el Ejecutivo.
“El obispo de León, Bosco Vivas, se olvidó de que su monaguillo Sandor Dolmus fue asesinado y velado en ese mismo espacio, después que lo alcanzaron las balas que el orteguismo ordenó contra la población que salió a manifestarse haciendo uso de la Constitución. ¿Pudor? No, ninguno”, aseveró el comunicador.
Tras la ola de críticas en redes sociales, la Diócesis de León emitió un comunicado donde aseguraba que no es la primera vez que la Asamblea Nacional realiza actividades en la Catedral de dicha ciudad. Sin embargo, las críticas estaban dirigidas contra la figura del obispo, a quien le han cuestionado su pasividad ante los ataques que sufrió la población de occidente por parte de policías y paramilitares.
“La sesión no se realizó en el Altar, ni en el presbiterio, tampoco se usó mesa u objetos destinados a la liturgia (…) La sesión se realizó en la nave central junto al sepulcro de Rubén Darío”, expresa el comunicado de la Diócesis.
Sin embargo, las críticas no han cesado contra el anciano jerarca de la Diócesis de León, quien, en los últimos días, se ha dedicado a realizar cambios de párrocos ante su inminente salida de dicho puesto; tras cumplirse este 2019 la prórroga que le otorgó el papa Francisco para seguir al frente de la jurisdicción religiosa.
“¿Le importará la memoria de Sandor Dolmus, monaguillo, y los que cayeron en León al obispo Bosco Vivas? Muy poco al parecer. Eso denotan sus decisiones. Abrirle la puerta a Porras y los que ordenaron la represión deja mucho que desear. Rubén le diría cazurro que causa…”, lamentó el periodista Wilfredo Miranda, recientemente galardonado con el premio “Rey de España” por su reportaje “Disparaban con precisión: a matar”, que detalla el uso de francotiradores en la represión contra manifestantes pacíficos.
Intereses económicos
Asimismo, la actuación del obispo Vivas; abrazado y sonriente junto a Gustavo Porras y el alcalde orteguista leonés Róger Gurdián, llega dos días después que la autodenominada Comisión de la Verdad, creada por el orteguismo; presentara un informe de 76 páginas ante el Legislativo, donde acusaba a los obispos de Nicaragua de ser “instigadores de la violencia” y de no cumplir un verdadero papel mediador durante la crisis nacional.
Noticia relacionada: Diócesis de Bosco Vivas “premiada” con subvención estatal de 3 millones de córdobas
Dentro del templo, Porras realizó loas al obispo Vivas, al punto de decirle que le agradecía al veterano jerarca católico por “predicar la paz”. “Gracias monseñor Bosco por permitirnos mantenernos en nuestra fe (sic), gracias por brindarnos la esperanza y la paz y la paz es lo que nos debe guiar”, dijo el funcionario orteguista.
Cabe señalar que la Catedral de León es la única de las instituciones católicas que recibió fondos públicos este año. La Asamblea Nacional le otorgó 3.8 millones de córdobas en el presupuesto general de la república en 2019, mientras que castigó severamente a otros templos que son dirigidos por obispos y sacerdotes críticos al régimen orteguista.