En plena ruptura de relaciones institucionales entre la Iglesia católica de Nicaragua y el régimen orteguista; el Ejecutivo decidió reducir de forma drástica la subvención económica hacia las instituciones eclesiásticas católicas, con la excepción de la Diócesis de León-Chinandega, que dirige el obispo Bosco Vivas Robelo-, en el Presupuesto General de la República (PGR) para el año 2019.
La subvención económica a la Iglesia católica y evangélicas pasó de 42, 6 millones de córdobas a inicios del año 2018 y reducidos a 23,7 millones de córdobas tras la reforma presupuestaria sometida al Legislativo con carácter de urgencia; a 3,8 millones de córdobas proyectados a ejecutarse en el año 2019.
Los 3,8 millones de córdobas se dividen entre 14 parroquias e instituciones católicas y una iglesia evangélica. Los templos “premiados” son aquellos donde pastores y sacerdotes se han alineado abiertamente con el régimen de Daniel Ortega o han guardado silencio ante la escalada represiva contra la protesta social emprendida por el Estado desde el 18 de abril.
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Según lo aprobado el miércoles, 12 de diciembre, en la Asamblea Nacional, la institución religiosa católica más “premiada” por el régimen es la Catedral de León, cuyo párroco es el obispo Vivas Robelo, con un monto subvencionado de 3 millones de córdobas.
El obispo leonés ha sido ampliamente criticado por fieles católicos de dicha Diócesis debido a su postura ambigua ante la crisis nacional de Nicaragua.
Incluso, el 7 de diciembre celebró la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María acuerpado por los funcionarios orteguistas Róger Gurdián (alcalde de León) y Alba Luz Ramos (presidenta de la Corte Suprema de Justicia). Tampoco ese día mencionó una palabra alusiva a la convulsión social que vive el país.
“No todos los obispos tienen que pelearse con el Gobierno”
Artículo 66 habló con una fuente eclesiástica de la Diócesis de León-Chinandega, quien bajo la condición de anonimato aseguró que la subvención que el régimen orteguista concedió a dicha jurisdicción eclesiástica del occidente del país no significa una compra de conciencia del obispo Vivas ni de los sacerdotes de la zona.
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“La posición del obispo (Bosco Vivas Robelo) ha sido prudente. No todos los obispos pueden estar peleados con el gobierno. En la Iglesia católica, para que la Iglesia siga trabajando en su misión evangelizadora necesita tener un equilibrio: unos no dicen nada y otros denuncian”, justificó el eclesiástico de la Diócesis leonesa al ser cuestionado sobre la ambigüedad del obispo Vivas Robelo ante la crisis nacional.
De acuerdo con esta fuente, que el obispo Vivas y su Diócesis mantengan relaciones cordiales con el gobierno es necesario para realizar el trabajo pastoral que desempeña la Iglesia del occidente de Nicaragua; mencionando que pese a “malas miradas” y “recelos”, a los párrocos si se les permite evangelizar en instituciones bajo control del Gobierno.
“Es decir, es un sentimiento incómodo, pero nos dan espacio para poder trabajar. Igual con las alcaldías. Es una cuestión incómoda, pero es necesaria y uno lógicamente en sus homilías tiene que ser muy sagaz, saber denunciar y no tirar todo de una sola vez, sino que tirar la piedra y esconder la mano”, dijo el religioso, quien afirmó que en años anteriores había recibido subvención por parte de la Asamblea Nacional para su parroquia.
Además, la misma fuente manifestó que Bosco Vivas Robelo ha expresado en privado su desacuerdo con el régimen orteguista. “Él ha dicho abiertamente en reunión de clero que él lo conoce, que él (Daniel Ortega) es un monstruo, y que no conviene pelear de frente. (Bosco Vivas) Quiere salir sereno de su ministerio”, dijo.
La fuente eclesiástica también manifestó que las subvenciones que recibe la Iglesia no son una dádiva del Estado, sino la retribución estatal de los impuestos que pagan los católicos a través de los impuestos.
“El gobierno, las instituciones y todos los recursos que tienen no son de Daniel Ortega. El dinero de las instituciones son los impuestos de la mayoría de los nicaragüenses católicos para seguir haciendo las obras que por derecho uno como católico desearía que se le diera a la Iglesia”, puntualizó la fuente.
Asimismo, aseguró que los tres millones otorgados a la Diócesis de León son destinados a la Catedral de León, no para que el obispo se los embolse sino para mantener el templo colonial construido a mediados del siglo XVIII, como parte de los compromisos contraídos por el Estado con la Organización de Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) al ser declarada “Patrimonio de la Humanidad” en el 2005.
“El Estado tiene una obligación de devolver los recursos que son de nuestros fieles. El Estado piensa que nos está comprando (al clero leonés) pero no nos está comprando la conciencia. Al contrario, nos están concediendo lo que por derecho es de nuestros feligreses católicos”, finalizó el religioso.
De todo hay en la viña del Sr., recordemos a obando, carballo, y el sacerdote de diriamba, estas personas son maleables, permeables, yo soy católico catecúmeno, nos enseñan a ser directos y sin pelos en la lengua, por eso creo que este sr obispo será reemplazado por obispo Álvarez, una sola iglesia, una sola voz,como cristo
Para juzgar solamente son sus palabras
No existe la Diócesis de “León-Chinandega”, es un error decir las dos ciudades, lo correcto es solo una: Diócesis de León.