Cercado por la presión diplomática que están ejerciendo los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de países de América Latina; el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, lanzó –por medio de una carta- una petición al papa Francisco para que intervenga en la crisis venezolana y logre un acercamiento entre el mandatario chavista y el presidente de la opositora Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
“He enviado una carta al papa Francisco diciendo que estoy al servicio de la causa de Cristo. Y con este espíritu le he pedido ayuda en un proceso de facilitación y de reforzamiento del diálogo”, dijo el mandatario del país suramericano, en entrevista con el canal Sky 24 News.
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Maduro, quien todavía es considerado el presidente legítimo por algunas de las grandes potencias como Rusia y China; sufrió este lunes, 4 de febrero, un nuevo revés diplomático al cumplirse el tiempo que los grandes países de la Unión Europea le habían otorgado para convocar a elecciones presidenciales anticipadas. Al no cumplirse la exigencia, dichas naciones pasaron a reconocer a Guaidó como presidente interino de la nación andina.
“Pido al papa que ponga sus mayores esfuerzos y voluntad para ayudarnos en ese camino del diálogo y ojalá tengamos una respuesta positiva”, manifestó el líder chavista, quien el sábado, 2 de febrero, en un mitin ante sus seguidores en Caracas, afirmó que está dispuesto a convocar a elecciones legislativas anticipadas “con todas las garantías”.
¿Qué ha dicho el papa sobre Venezuela?
La Santa Sede, por encargo especial del papa Francisco, ya había sido mediadora entre la derecha opositora y el régimen de Maduro en el año 2015. Las posturas intransigentes entre las partes obligaron a los enviados del Pontífice a levantarse de la mesa de las negociaciones hasta que hubiera voluntad política para superar el conflicto.
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La semana pasada, durante la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, el pontífice pidió en el Ángelus dominical “una solución justa” para la crisis del país suramericano enmarcada en el “pleno respeto a los derechos humanos”.
Horas más tarde, en el vuelo que lo llevó de Ciudad de Panamá a Roma, el máximo líder de la Iglesia católica dijo que no apoya al autoproclamado presidente interno de Venezuela, Juan Guaidó, ni tampoco a los países del denominado “Grupo de Lima”; porque su rol es el de un pastor y aseguró que temía un derramamiento de sangre en ese país.
En una jornada histórica para el pueblo de #Venezuela, con 439 votos a favor, solo 104 en contra y 88 abstenciones, el Parlamento Europeo reconoció oficialmente a Juan Guaidó, como mandatario interino de ese país suramericano. #DerechoAInformar #SOSVzla https://t.co/FaLHNsCdzN
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) 31 de enero de 2019
Asimismo, sostuvo que si las partes se lo pedían; podía él mismo, ponerse a disposición para poder mediar en la crisis.
“Yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que está sufriendo. Si yo entrara a decir hagan caso a estos países, o a estos otros me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño”, aseguró el Pontífice.