Mientras el Papa Francisco era recibido por miles de ciudadanos a su llegada a la Ciudad de Panamá; donde pasará hasta el domingo 27 de enero, en el marco de su visita pastoral al país canalero para presidir los actos mayores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Panamá 2019); un grupo de nicaragüenses aprovechó el recorrido papal para denunciar la situación sociopolítica que vive la nación.
El pontífice aterrizó pasadas las 4 de la tarde –hora panameña- y fue recibido por el presidente Juan Carlos Varela, su esposa Lorena Castillo y los ministros de gobierno panameño encabezados por la ministra de exteriores, Isabel de Saint-Malo; así como el arzobispo de la ciudad, José Domingo Ulloa, y el cardenal hispano-panameño, José Luis Lacunza.
El máximo líder de la Iglesia católica salió del Aeropuerto de Tocumen rumbo a la ciudad, donde a la altura de la Avenida España; abordó el papamóvil para saludar a los miles de feligreses que hacían una valla humana a lo largo de la vía principal de la capital panameña; para saludar al representante del Vaticano.
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Durante el recorrido en el papamóvil, un grupo de nicaragüenses exiliados, debido a la crisis sociopolítica que vive el país desde el 18 de abril de 2018, realizó un plantón en el que le pidieron al papa orar por Nicaragua y también su intercesión por las personas que están detenidas de modo irregular debido a que se manifestaron públicamente en contra del régimen de Daniel Ortega.
“Estamos acá para decirle a Francisco que acá está el pueblo nicaragüense que exige paz, justicia y libertad para nuestros presos. Les hago un llamado a todos a que se unan en oración por nosotros, para poder conseguir la paz, la libertad y la justicia que tanto anhelamos. Papa Francisco, nosotros oramos por ti, y tu intercede por nosotros al creador para que podamos expresarnos libremente”, dijo uno de los manifestantes que cargaba una imagen de la Purísima Concepción y que no dio su nombre por temor a represalias.
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Otra manifestante, que también pidió el anonimato, manifestó que lo que desean es que el país se enrumbe hacia un Estado democrático; y reiteró las exigencias de justicia para las personas detenidas durante la crisis y respeto a las libertades públicas consignadas en la Constitución nicaragüense.
“Pedimos al Papa que ore por nosotros, por Nicaragua y Venezuela; dos países que están pasándola muy mal, donde han sido montones de jóvenes masacrados y están presos. Solamente queremos libertad para nuestros presos políticos (sic) y libertad para Nicaragua. Esto es el pueblo, aquí no hay políticos”, sentenció la mujer, quién reiteró su condición de exiliada por motivos políticos.
¿Hablará el Papa de Nicaragua?
Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua y uno de los más críticos al régimen orteguista; aseguró que, aunque “no se puede adivinar” el mensaje que emitirá el papa durante sus discursos y homilías; manifestó que la crisis sociopolítica en Nicaragua si es objeto de profunda preocupación para el episcopado de la región.
“No podemos prever exactamente lo que el papa va a decir. Yo creo que todos tenemos que estar con un corazón abierto, al mensaje que nos va a dirigir. Ciertamente, ahí donde el Papa llega, dice una palabra iluminadora, una palabra de consuelo, ánimo y entusiasmo para la Iglesia y la sociedad”, manifestó el obispo, al salir de la Universidad de Panamá; lugar en el que impartió catequesis a peregrinos de diferentes países de América Latina.
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El obispo también tuvo palabras para los jóvenes nicaragüenses que no pudieron asistir a la Jornada Mundial de la Juventud exhortándoles a mantenerse en la oración y “abrir el corazón” para poder entender el mensaje que emite el Sumo Pontífice.
En otro punto de la ciudad, el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, invitó a los jóvenes a los que impartió catequesis en la Universidad Católica Santa María; a no perder la esperanza y a ser los impulsores de las grandes transformaciones que necesita la Iglesia y la sociedad.
“Queridos muchachos, la juventud es un factor de cambio y más todavía, la juventud es el primer factor de cambio de una sociedad corrupta, caduca y envejecida por la injusticia y la opresión”, puntualizó de manera enérgica el obispo Álvarez, y a renglón seguido, fue vitoreado por los jóvenes que asistieron a la charla espiritual.