[vc_row][vc_column][vc_column_text]Para el ex vicecanciller José Pallais, los sancionados en Nicaragua con la Ley Magnitsky están condenados a una muerte civil, ya que el director de facto de la Policía Nacional, Francisco Díaz; el secretario de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno; y, Francisco López, tesorero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) quedan fuera de las relaciones comerciales y las transferencias de capital con los principales bancos de Estados Unidos y nacionales que tengan corresponsalías con estas entidades financieras.

Díaz, Moreno y López se sumaron este jueves, 5 de julio, a la lista negra de sancionados por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos con la Ley Magnitsky. A estos funcionarios orteguistas se les señala como los responsables de violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses en el contexto de las protestas cívicas iniciadas el 18 de abril, las que desembocaron en una masacre en contra del pueblo perpetrada por el régimen de los Ortega-Murillo. Los nuevos sancionados, posteriores al expresidente del Consejo Supremo Electoral Roberto Rivas, también fueron incluidos en esa lista por estar vinculados a actos de corrupción.
Pallais, quien además fungió como diputado, señaló que, para el consuegro de la pareja presidencial, Francisco Díaz, y sus dos empleados fieles, Moreno y López; lo que les espera no es alentador, puesto que los sancionados por los Estados Unidos con esta Ley «quedan fuera del sistema de transferencia mundiales, ya que el 90 % de los bancos tiene relaciones con los bancos norteamericanos, pues estos operan como corresponsales de los bancos norteamericanos».
El ex vicecanciller, además, agregó que el alcance de esas sanciones llega hasta el punto en el que ni los ciudadanos norteamericanos podrán tener relaciones comerciales o contractuales con los sancionados. «Ningún ciudadano estadounidense, ni ninguna empresa que opere en los Estados Unidos puede celebrar ningún contrato, no pueden comprar ni vender propiedades, de tener representación, ni contratarlo para nada. Aunque es una medida interna de Estados Unidos por la fortaleza económica de este país tiene efectos extraterritoriales».
«El Bancorp banco pirata»
Aunque las principales consecuencias son las relacionadas a las trasferencias bancarias, el régimen de Daniel Ortega y sus aliados pueden utilizar el Banco Corporativo como una caja fuerte. En opinión de Pallais la utilización de esta entidad es un arma de doble filo. «El Bancorp no tiene relaciones con ningún banco de los Estados Unidos, pero esto estaría transformando al Banco Corporativo en un banco pirata, lo estarían transformando en un banco con el que nadie quisiera tener relaciones, estarían profundizando el aislamiento internacional y nacional de esta institución financiera. Al estar estos sujetos en la lista negra ponen en riesgo, incluso; a las personas dentro del banco. Un riesgo muy alto».

Daniel Ortega puede ser el siguiente
Según el exvicecanciller, estas sanciones se aplican en el marco de una aparente negociación entre Daniel Ortega y el Gobierno de Estados Unidos para adelantar las elecciones y «por eso no van dirigidas a la cabeza, van dirigidas al cuerpo» y, por eso, están centradas en personas muy cercanas al círculo de poder de Ortega.
Para Pallais, estas son advertencias claras para Ortega, la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo y los hijos de la pareja presidencial y que de esa forma el actual mandatario nicaragüense mantenga la palabra que empeñó de cumplir con el acuerdo de adelantar los comicios generales. «Le están dando una oportunidad a Ortega para que cumpla con el proceso electoral adelantado que les prometió a los enviados especiales de Estados Unidos».
Este análisis de Pallais está basado en el caso de Venezuela donde se ha procedido de manera similar. Las sanciones inician en cuadros medios y se va subiendo hasta que llegan a tocar a los más altos aliados y cómplices de las violaciones a los derechos humanos y la corrupción.
El que un presidente sea incluido en una lista negra podría tener implicancias terribles, según Pallais; ya que «de por sí los Ortega-Murillo ya tienen una imagen seriamente deteriorada, internacionalmente la confianza sobre ellos ya no existe por haber sido señalados por organismos de derechos humanos. Eso ya los coloca en una posición de nula debilidad, meterlos en la lista sería un elemento mortal. Es un aislamiento internacional y ya pasarían a sanciones directas contra ellos y su Gobierno. Pasamos de la condena a las sanciones.
«Estas sanciones son una esperanza»
A juicio del exdiputado Víctor Hugo Tinoco, el hecho de castigar con la Ley Magnitsky a tres funcionarios orteguistas representa un «bálsamo de esperanza para los nicaragüenses y la población que está sufriendo la represión».

Según Tinoco, estas sanciones son una presión adicional que demuestra que internacionalmente Ortega está aislado. «Está totalmente solo, está con una base social interna reducida a la cual ha tenido que militarizar para seguir en el poder; al no contar con el Ejército ha tenido que crearse su ejército de asesinos».
Para el también ex vicecanciller, la selección de los sancionados obedece a una presión fuerte contra el régimen de Daniel Ortega, ya que golpea a miembros de su grupo cercano de confianza y principales responsables de la masacre que desde el 19 de abril Daniel Ortega ha venido perpetrando. «Desde el punto de vista ético es terrible no hay una masacre en América como esta, son más de 300 muertos en tan poco tiempo».
El exdiputado opositor señaló que tras estos asesinatos Daniel Ortega pasará a la historia como uno de los peores carniceros de la historia reciente de Nicaragua y a nivel latinoamericano. «Las sanciones tocan a personas cercanas al régimen, por un lado, al consuegro de Daniel Ortega, quien es el más alto cargo de la Policía, señalado de ser el principal responsable de las muertes. Por otro lado, está Fidel Moreno, quien siempre ha tenido poder y juega el papel de organizador principal de las turbas asesinas. Son más de 100 personas solo en Managua, por eso Fidel Moreno está en esta lista negra».
Finalmente, Víctor Hugo Tinoco se enfocó en Francisco López, quien según el exdiputado desde «hace años este señor es la ficha principal de Daniel para mover los más de 500 millones de dólares que cada año se han desaparecido, dinero de la cooperación venezolana que debió entrar en el presupuesto y, sin embargo, todo ese dinero se desapareció esa es la mega corrupción y el mega robo, por el que Chico López está en esta lista negra».
La Ley Global Magnitsky fue aprobada por el Congreso y el presidente de los Estados Unidos en 2012. Luego de la inclusión de Roberto Rivas, el 21 de diciembre de 2017, y la inclusión de Francisco Díaz, Fidel Moreno y Francisco López; Nicaragua se convierte en el país de Latinoamérica con más sancionados por esta ley de Estados Unidos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]