[vc_row][vc_column][vc_column_text]Nueve años y cuatro meses han pasado desde que el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) se quedó sin personería jurídica; por ello, se ha manifestado en las calles para denunciar la retardación de justicia de la que —aseguran— han sido objeto. Este miércoles, miembros del MRS se plantaron frente a la Corte Suprema de Justicia para exigirle al Poder Judicial —controlado en su totalidad por el orteguismo— que les devuelva los sellos de su partido.
En junio de 2008, el CSE anunció que le cancelaba la personalidad jurídica al MRS porque «sus gestiones de cambio de directiva no fueron debidamente informadas al Consejo Supremo Electoral».
Según la Ley Electoral, Ley 331, entre las funciones del Consejo Supremo Electoral (CSE), está cancelar la personalidad jurídica de los partidos políticos «a) Cuando no participen en cualquier proceso electoral, salvo lo establecido para los partidos regionales de la Costa Atlántica; b) Cuando los partidos políticos participantes en un proceso electoral nacional no obtengan al menos un cuatro por ciento (4 %) de los votos válidos en las elecciones para presidente y vicepresidente de la República; C) Cuando los partidos políticos vayan en alianzas electorales y la alianza no obtenga al menos un porcentaje de votos válidos equivalente al cuatro por ciento (4 %) multiplicado por el número de partidos que integran la alianza. En este caso, los partidos políticos pierden su personalidad jurídica y únicamente la conserva el partido bajo cuya bandera fue la alianza, siempre y cuando esta obtenga el porcentaje establecido en el inciso anterior».
Para los miembros y dirigentes del MRS, esa cancelación fue «ilegal» y por motivaciones políticas. Han pasado más de nueve años y la Corte Suprema de Justicia no ha respondido al recurso de amparo que interpuso ese partido, que busca revocar la cancelación anunciada por el CSE en 2008.
Nada de lo que ha hecho el MRS le ha importado a las autoridades. Tras la cancelación de la personalidad jurídica, la dirigente y exguerrillera Dora María Téllez lideró una huelga de hambre que duró casi dos semanas.
La presidenta del MRS, Suyén Barahona, explicó los objetivos de este plantón: «(Exigir) que se respeten nuestro derechos humanos, nuestros derechos políticos. Hoy que estamos, además, conmemorando a Sandino, demostrando que aquí estamos presente, haciendo valer nuestros derechos y que vamos a continuar luchando por la justicia social, por la soberanía y para que Nicaragua sea libre […] No vamos a permitir que el vendepatria de Daniel Ortega trate de usurpar su imagen (de Sandino) y su legado y (que) se salga con la suya. Vamos a tener una Nicaragua libre».
De acuerdo con los miembros y dirigentes del MRS, este partido —legalizado por el régimen de Ortega— intenta seguir el legado del general Augusto C. Sandino. Asimismo, señalaron al oficialismo de «desvirtuar» las acciones de Sandino, asesinado en 1934 por la Guardia Nacional de Anastasio Somoza García.
El MRS se ha constituido en el grupo político más beligerante a los abusos y al autoritarismo de Ortega y su régimen. En los últimos años, el FSLN ha apuntado sus cañones de ataque contra los dirigentes de este partido, mientras que los renovadores se han enfocado en acompañar las luchas sociales, entre ellas, las protestas contra la minería; los excañeros del Ingenio San Antonio, de Chichigalpa, afectados por Insuficiencia Renal Crónica (IRC); los campesinos anticanal y las organizaciones de mujeres que han sido reprimidas por la Policía.
Al ser ilegalizado, el MRS se alió con opositores liberales junto al banquero Eduardo Montealegre; no obstante, desde que el régimen les arrebató los sellos del antiguo PLI, Montealegre se retiró de la política, sus miembros solicitaron la personería del nuevo partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) y estos apartaron al MRS, que se reconcentró en el Frente Amplio por la Democracia (FAD), en el que confluyen políticos de distintas posiciones ideológicas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]