[vc_row][vc_column][vc_column_text]¡Viva Nicaragua!, ¡viva la democracia!, ¡viva Pedro Joaquín Chamorro!, coreaban periodistas, miembros de la sociedad civil, partidos políticos y ciudadanos que visitaron el cementerio general de Managua para conmemorar los 40 años del asesinato del mártir de las libertades públicas y héroe nacional, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, crimen perpetrado por la dictadura somocista, el 10 de enero de 1978.
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Los asistentes al homenaje colocaron flores sobre la tumba y expresaron palabras de honor a Pedro Joaquín, por su legado de integridad, ética, principios democráticos y lucha contra la corrupción, valores que le costaron la vida.
Luis Sánchez Sancho, editorialista del diario La Prensa, periódico dirigido por Chamorro hasta su muerte, presidió el acto que se realizó sobre la tumba de Pedro Joaquín y destacó que el mártir de la libertad “le cumplió a Nicaragua, pero no podemos decir que los nicaragüenses le hemos cumplido mientras sus objetivos de democracia, de libertad, de pluralismo y de derechos humanos sigan pendientes en el país”.
Sánchez expresó que gracias a la conmoción política y social causada por el asesinato de Chamorro cayó la dictadura somocista, se levantaron las esperanzas por el derrocamiento de la dinastía, pero lamentó que actualmente Nicaragua haya vuelto a la misma situación porque “el caudillo (Daniel Ortega) volvió al poder”.
Violeta Granera, miembro del Comité Nacional del Frente Amplio por la Democracia (FAD), recalcó que Pedro Joaquín Chamorro “luchó incansablemente y dio la vida por la unidad de Nicaragua”. Granera resaltó una de las frases del director mártir de La Prensa: “Nos estamos peleando por parroquias mientras el país se está cayendo”.
Las valoraciones de Granera son que el mártir de las libertades públicas sabía que la cultura política de Nicaragua era y es el gran enemigo de la democracia, por lo cual “luchó porque se transformara y nosotros tenemos que seguir su lucha porque ese es el enemigo más fuerte, el más peligroso y el más dañino que tenemos en Nicaragua”, recomendó la dirigente del FAD, en alusión a las pugnas partidarias de la oposición que han favorecido al régimen de Daniel Ortega, igual que ocurrió durante la dictadura somocista.
El secretario de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, concuerda con Granera pues refirió que los nicaragüenses “somos los que tenemos que seguir con la lucha (impulsada por Pedro Joaquín Chamorro) por las libertades públicas, por el respeto a los derechos humanos (…) porque, definitivamente, hace cuarenta años la dictadura (somocista) empezó a temblar. Hoy estamos empezando y vamos a combatir cualquier gobierno totalitario, abusivo que violente los derechos humanos”.
La Asociación de Periodistas de Nicaragua (APN) también dijo presente para honrar el legado que les dejó Pedro Joaquín Chamorro a los nicaragüenses. El presidente de la APN, Gustavo Bermúdez, indicó que los periodistas son los principales en asumir el reto que dejó a los nicaragüenses Pedro Joaquín Chamorro. Bermúdez aseveró que esto lo han logrado “a través de las publicaciones de los medios independientes… con la gallardía de Pedro hemos asumido la responsabilidad de decirle a la gente la verdad”.
Elea Valle en el homenaje
Para Bermúdez el caso actual de Elea Valle, madre de los dos niños asesinados en La Cruz de Río Grande en el Caribe Sur, y que es víctima de la dictadura de Daniel Ortega, le recuerda a uno que denunció firmemente Pedro Joaquín Chamorro sobre las campesinas asesinadas por Somoza en el Cuá.
La campesina Elea Valle también se presentó al Cementerio General a honrar al hombre que luchó por una Nicaragua libre. Valle lloró. Según dijo, ella esté siendo violentada por el Gobierno de Ortega, cuya policía, después de dos meses se niega a entregar los cuerpos de sus hijos, por lo que ella no ha podido sepultarlos dignamente y permanecen en la fosa común donde fueron lanzados por las autoridades.
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Valle exigió, nuevamente, al gobierno de Daniel Ortega, al Ejército de Nicaragua y a la Policía Nacional que le entregue los cuerpos de sus niños porque no quiere que sigan tirados “como perros”. La madre, con lágrimas recorriendo sus mejía le suplicó al Ortega que le permita enterrar a sus hijos y poder llevarle ofrendas florales en sus sepulturas.
Los asistentes al homenaje al héroe nacional cerraron sus intervenciones con la reconocida frase del periodista mártir, pronunciada como parte de su discurso políticos como parte de la Unión Democrática de Liberación (UDEL), donde dijo que “¡Nicaragua volverá a ser Republica!”.
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