Este lunes 30 de agosto se cumple una semana de la masacre de indígenas en Kiwakumbaih Hill, territorio Sauni As, en el Caribe Norte de Nicaragua y el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo sigue guardando silencio sobre el suceso. El Ejército y la Policía Nacional no han emitido un comunicado o una declaración pública sobre el suceso ni han informado si realizan investigaciones para esclarecer los hechos.
La información pública que se ha conocido proviene de activistas, ambientalistas y organizaciones que trabajan en la zona. También se desconoce con exactitud la cifra de asesinados, se conoce que el número de muertos ronda las 16 personas, pero otros reportes cuentan 11. La identidad de la mayoría de las víctimas sigue sin conocerse. El Gobierno de Ortega se caracteriza por su hermetismo, falta de información oficial y silencio estatal sobre sucesos relevantes como en este caso.
El lunes 23 de agosto un grupo de indígenas miskitos y mayangnas estaban trabajando en una mina artesanal en el cerro Kiwakumbaih Hill, territorio Sauni As, en la Reserva de Bosawás cuando un grupo entre 40 y 100 colonos, liderados por Isabel Meneses (alias Chabelo) de la banda Kukalón, se presentaron al lugar con armas de guerra, violaron a dos mujeres, desmembraron a una y asesinaron a sus esposos frente a ellas.
Los cuerpos quedaron tirados en las afueras de la mina, según la denuncia que recibió e hizo pública el Centro de Asistencia Legal a los Pueblos Indígenas (CALPI). Esta misma banda también es señalada de haber cometido la masacre de la Comunidad Alal en enero de 2020 y ha estado operando libremente en la Reserva de Bosawás durante varios años.
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Casi una semana después, varios de los indígenas asesinados no han sido identificados, estas son algunas de las identidades que activistas y organizaciones han logrado recopilar: Albert Hernández Palacio, enterrado el 26 de agosto al mediodía en Musawas; Armando Pérez Medina, de 48 años, de la comunidad mayangna de Suniwas; Victor Manuel Matamoros Morales, de origen miskito; Dolvin Costa; mujer con iniciales K.G., fue violada, asesinada y desmembrada; mujer con iniciales B.C., de 42 años, violada y asesinada. El ambientalista Amaru Ruiz detalló que dos de los asesinados son de origen mayangnas y 9 miskitos.
Mientras la versión oficial no llega, los denunciantes siguen demandando al Gobierno de Nicaragua, Policía Nacional, Ejército y al Ministerio Público que realicen una investigación exhaustiva del suceso y esclarezcan la masacre de indígenas en el Caribe. También demandaron a la Fiscal General de República Ana Julia Guido que, como parte del sistema de justicia penal y en cumplimiento de su mandato legal, actuar en nombre de las víctimas y de la sociedad nicaragüense sin discriminación alguna; y así realizar los procedimientos de investigación necesarios.
Que demonios pasó…! Una masacre, pero y los militares? Y la policía? Son trece cadáveres todos con lujo de saña y violencia. Debe existir algún motivo y una investigación en curso para aclarar los hechos.
Usualmente los asesinos sin respaldados por ejercito y policia…la mayoria de estos asesinos pertenecen a los puestos de mando organizados por los paramilitares desde 2018
Es totalmente vano esperar una respuesta ya sea del gobierno o el aliado ejército.
Ortega en su primer gobierno masacró no solo a indígenas pero también a mucha juventud.
Seguirá haciéndolo hasta que organizaciones o entidades mundiales lo permitan como lo han hecho hasta el día de hoy.