El Centro de Asistencia Legal a los Pueblos Indígenas (CALPI) denunció que dos mujeres indígenas fueron violadas y una fue desmembrada por colonos que ejecutaron un ataque contra los pueblos originarios en Kiwakumbaih Hill, en el territorio Sauni As, Caribe Norte. El hecho se registró el lunes 23 de agosto, y según la denuncia que recibió CALPI, los esposos de las mujeres fueron asesinados frente a ellas.
«Un menor logró huir del lugar y fue rescatado más tarde. Durante la masacre, dos mujeres indígenas, fueron agredidas sexualmente frente a otras víctimas y sus cuerpos quedaron desnudos. Una con las iniciales K.G., tenía 31 años, y su cuerpo también fue desmembrado. La otra mujer, con iniciales B.C., era una mujer de 42 años cuyo marido fue asesinado delante de ella», señaló CALPI.
La denuncia recoge que los atacantes son miembros de la «Banda Kukalón», conformada por cerca de 100 hombre no indígenas, considerados colonos, que portan armas de fuero y son liderados por Isabel Meneses «alias Chabelo». Esta misma es señalada de cometer la masacre en la Comunidad Alal en enero del 2021 y opera desde hace varios años en la Reserva de Bosawás, explica el comunicado.
Según el organismo, solo este año se han registrado cuatro ataques contra los pueblos indígenas Miskitu y Mayangna del Caribe nicaragüense en la Reserva de Biósfera de Bosawás. «El 22 de enero, en la comunidad de Karah Wilú, en Tubuyna Hill, en la cual 3 guardabosques indígenas resultaron heridos con armas de fuego de alto calibre; el 4 de marzo en la comunidad de Kimakwas, dejando heridos a 2 miembros de la comunidad; el 10 de mayo, en la comunidad de Silamwas, 2 de los miembros de la comunidad que fueron atacados fueron heridos», explicó.
En el comunicado afirma que a estos ataques se suman otros casos de amenazas, intentos de asesinato y secuestros de colonos armados en otros territorios indígenas y que los niveles de violencia y racismo están permitidos por la impunidad que enfrentan, que a su vez es generada por la discriminación estructural de las autoridades estatales y por el incumplimiento de su deber legal de investigar los hechos, juzgar a los culpables, compensar a las víctimas y garantizar la no repetición de estos crímenes contra la humanidad. «En casi una década de ataques no ha habido una sola persona detenida o procesada por estos actos», denuncia el organismo.
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«Los actos de tortura y tratos inhumanos y degradantes perpetrados contra las víctimas -y especialmente contra las mujeres indígenas- en Kiwakumbaih muestran el interés de los colonos en aterrorizar a estos pueblos para someterlos y así usurpar sus tierras ancestrales, que el estado ahora ha titulado a los indígenas», manifiesta.
Los pueblos indígenas, señala la nota, exigen a las autoridades de la Policía, Batallón Ecológico del Ejército y a la Fiscal General de la República que realicen las investigaciones pertinentes de esta nueva masacre para aclarar los hechos. El diputado indígena Brooklyn Rivera denunció el pasado 26 de agosto que, desde 2008, se han registrado 50 asesinato de indígenas, todos a manos de colonos.