El mandatario Costarricense Rodrigo Chávez estaría ante un escándalo de proporciones incalculables de comprobarse que su Gobierno habría iniciado hace un año acercamientos con los peligrosos cárteles del narcotráfico internacional mexicanos conocidos como «De Sinaloa» y «Jalisco Nueva Generación», los que ya estarían operando en suelo costarricense, asociados con una nueva mafia de ese país, dice una investigación publicada este miércoles por el diario azteca El Universal.
La investigación periodística detalla que Costa Rica, considerada «la Suiza centroamericana», enfrenta desde hace unos años la «más grave crisis por la penetración de los cárteles mexicanos del narcotráfico internacional», lo que se refleja en un constante deterioro de la seguridad ciudadana y un consecuente aumento en el número de homicidios en ese país.
En ese contexto, según la investigación realizada durante varios meses por el medio de comunicación, «el gobierno del presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, habría decidido abrir negociaciones con redes mafiosas costarricenses ligadas a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación», dos de los más peligrosos grupos del crimen organizado basados en México.
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El Universal asegura haber obtenido datos de fuentes «con acceso privilegiado a los escenarios secretos de seguridad, crimen organizado y justicia» y de ahí obtuvo la confirmación de que los contactos de negociación entre emisarios del Gobierno de Chaves y representantes de los grupos criminales sí se dieron.
Menos crímenes a cambio de trabajar libremente en ese país
«Las fuentes, que hablaron con este diario en anonimato por seguridad, dijeron que a las contrapartes costarricenses de las mafias mexicanas del contrabando global de drogas se les habría pedido reducir la creciente violencia callejera y exhibir el fracaso de la seguridad a cambio de proseguir con el narcotráfico», dice El Universal.
Asimismo, las fuentes revelaron que los contactos con los grupos del crimen organizados habrían sido realizados por funcionarios importantes de las «estructuras costarricenses de seguridad», además de funcionarios con cargos del Gobierno de Chaves y otros sin puestos en el Estado, «pero con nexos en la criminalidad por su trabajo como abogados defensores en procesos de delincuencia organizada».
OIJ se opuso a negociación con los narcos
Otra de las revelaciones hechas por el periódico mexicano es que en el proceso de negociaciones que habría iniciado el Gobierno de Chaves con los grupos criminales surgió cierto rechazo, sobre todo de parte de un funcionario gubernamental de la seguridad que se habría negado a aceptar que se siguiera la negociación con los criminales de las estructuras delictivas mexicanas. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo una fuente consultada durante la investigación, «nunca aceptaría una componenda con criminales».
Ministro niega negociación, pero solo responde desde cuando llegó al cargo este año
Según el medio mexiano, algunos sectores empresariales habrían estado presionando al Gobierno para que «contenga el golpe al turismo», luego que Chaves asumiera el poder el 8 de mayo de 2022 para gobernar por cuatro años.
Para contrastar su investigación, el medio buscó al ministro costarricense de Seguridad Pública, Mario Zamora, quien, al ser consultado aseguró que no ha habido tal negociación, no obstante, el funcionario reiteró que solo responde por lo que sabe y es desde el pasado 10 de mayo, cuando asumió ese cargo. Antes de esa fecha «no responde».
«Jamás (ha habido negociación con cárteles). Eso en Costa Rica es un delito. Procesaríamos a cualquier persona que participe en un escenario de esos. Es una línea roja que el país tiene claramente definida desde su legalidad, desde su práctica policial y, por supuesto, égida central en este ministerio», dijo el ministro de Seguridad costarricense.
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Al ser cuestionado sobre el poco tiempo que lleva en el cargo y si respondía por tiempo atrás, el ministro se apresuró a decir que «bueno… es decir, esas cosas yo no las puedo saber, porque yo opino desde que llegué. Yo estaba en otras labores. Pero sí garantizo que desde que estamos acá en el cargo, eso es inadmisible».
Finalmente, la investigación del medio azteca señala que, en todo caso, si esa negociación se dio, no prosperó porque el número oficial de homicidios subió de 570 en 2020 a 588 en 2021 y a 654 en 2022. En lo que va del presente año el número alcanza 666, la mayoría de casos fue atribuida al narcotráfico.
La crisis de inseguridad provocada por el narcotráfico se ha agravado, según el medio mexicano «luego de que los cárteles (mexicanos) se asociaran con locales para pagar con cocaína, en lugar de efectivo, servicios como la provisión de combustible. Eso disparó la circulación de la droga en territorio tico y los locales comenzaron a hacer sus propios negocios, traficando cocaína a Europa».