El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua informó este domingo, 12 de marzo, que el régimen de Daniel Ortega ha considerado la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano. La separación ocurriría luego que el papa Francisco calificó de «dictadura grosera» la administración de Ortega.
«El Gobierno de reconciliación y unidad nacional de nuestra Nicaragua, bendita y siempre libre, precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas», indica la nota de prensa de la Cancillería.
El régimen confirmó la inminente ruptura luego que medios de comunicación nicaragüenses dieran a conocer que la representante de la dictadura ante la Santa Sede comunicó la decisión, de forma verbal, a la Secretaría de Estado del Vaticano. El medio digital Confidencial reveló la información indicando, además, que el régimen dio una semana al representante de la Nunciatura para que abandone el país.
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La misma nota de Cancillería señala que el Ejecutivo decidió hacer pública su decisión «ante la información que ha sido divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia católica».
Sin embargo, no haber sido los primeros en divulgar la noticia, despertó la ira de la pareja presidencial, Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes acusaron a los medios independientes de difundir «noticia falsa».
«Se hace notar cómo los medios vinculados al terrorismo golpista, que atacó y asesinó al pueblo nicaragüense en abril 2018, fueron quienes divulgaron esa noticia tergiversada que en estos tiempos se conoce, como noticia falsa», señala el régimen Ortega-Murillo en la nota del Ministerio.
«Una más en su cuenta», advirtió la dictadura a los periodistas.
Dictadura rompe 115 años de relaciones con la Iglesia católica
Nicaragua estaría dando por suspendidas más de un siglo de relaciones ininterrumplidas con el Vaticano. Las relaciones entre ambos Estados fueron formalizadas en 1908.
Con esta decisión, Ortega se une al club de Corea del Norte, China, Afganistán, Arabia Saudí y otros nueve países del mundo que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede.