Mildred Rayo y Miguel Flores, integrantes de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), irían a juicio el 19 de enero de 2023, según lo programó el juez durante audiencia inicial el 23 de noviembre, por la jueza Noveno Distrito Penal de Audiencia de Managua, Karen Chavarría Morales.
Sin embargo, la fecha programada puede ser tentativa porque el juez de juicio no se ha pronunciado para ratificar o modificar la fecha, porque —según fuentes— existe la probabilidad que sea modificada.
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Hasta el momento se desconocen los delitos que se les imputan a los opositores. En el sistema en línea, Nicarao, la acusación se reduce a anunciar que las víctimas son el Estado y la sociedad nicaragüense, las mismas que le atañen a los presos políticos, acusados por «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional».
Según información obtenida por Artículo 66, los abogados defensores de los jóvenes opositores no han tenido acceso a la ecuación, intercambio de pruebas, solo les fue notificado que se les daba intervención de ley, pero no detalla los tipos penales.
Anomalías en el proceso
Una fuente ligada al Poder Judicial señaló, en condición de anonimato, una serie de anomalías en el proceso en contra de Rayo y Flores, una de ellas es que no se les programó una audiencia especial de Garantía Constitucional, lo que le hubiese permitido estar encarcelados por 15 días sin realizarse la audiencia preliminar.
«La audiencia preliminar se hizo fuera del plazo constitucional que establece el artículo 33 —del Código procesal Penal—, además de eso lo hacen de forma secreta», refrió la fuente.
Indicó que actualmente el Tribunal de Apelaciones no da detalles, mucho menos da orden de nombrar un juez ejecutor para intimar a la personas que está cometiendo un acto de ilegalidad por detención arbitraria o ilegal.
Por otra parte, las defensas de los activistas políticos no estuvieron presentes en la audiencia inicial, el 23 de noviembre, pese a que los padres de los jóvenes ya habían nombrado nueva defensa.
Para la fuente del Poder Judicial este es un acto de «ilegalidad mayúsculo porque es un acto de mala fe, ya que los defensores fueron nombrados antes de la fecha de la audiencia y no fueron citados».
Detenidos desde el primero de noviembre
La detención de Mildred Rayo y Miguel Flores —según denunció AUN— fue el viernes, primero de noviembre, cuando el Ejército de Nicaragua los secuestró en las cercanías del río Sapoá, en Cárdenas, en el departamento de Rivas.
La acción se dio luego de una requisa realizada por la institución castrense a eso de la 6:30 de la mañana, mientras se movilizaban con dirección a Managua.
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«En la última comunicación que tuvimos, Miguel Flores expresó que los estaban trasladando a unas instalaciones militares aproximadamente a las 9:30 AM. Desde entonces, se perdió comunicación con ellos», denunció AUN.
Según una fuente de la organización, al momento de la detención, Rayo venía de Costa Rica y Flores la fue a encontrar en el sector de Cárdenas, donde el Ejército los interceptó y los detuvo. «Ellos no estaban exiliados», aclaró.
Los opositores, que aún estás detenidos en el Distrito tres de la Policía en Managua, ya forman parte de la lista de más de 230 presos políticos del régimen de Daniel Ortega, acusados de delitos comunes o menoscabo a la integridad nacional y noticias falsas.