La jueza Ana Xóchitl Fonseca del Juzgado de Distrito Especializado en Violencia de Granada, condenó a dos años y ocho meses de prisión al padre Manuel Salvador García, Rodríguez párroco de la iglesia Jesús de Nazareno, en Nandaime, por los delitos de lesiones físicas y psicológicas en perjuicio de Martha Candelaria Rivas, quien se negó a denunciar el religioso y se encuentra detenida por el supuesto delito de «falso testimonio».
Despacho 505 reveló que el miércoles, seis de julio, se efectuó la lectura de sentencia contra el sacerdote, segunda condena de cárcel impuesta por la dictadura de Daniel Ortega contra el padre Manuel Salvador García, quien anteriormente fue condenado a dos años de prisión por el supuesto delito de amenazas con arma contra cinco personas.
A pesar de que la supuesta víctima de «violencia», Martha Candelaria Rivas, se retractó de la acusación que hizo ante los medios oficialistas en contra del sacerdote García Rodríguez, la justicia del régimen de Ortega prosiguió con el proceso judicial y lo encontró culpable de los delitos de «violencia física y psicológica».
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La acusación y primera sentencia contra el padre Manuel García se basó en un vídeo del 30 de mayo divulgado en redes sociales donde el párroco salió con un machete, supuestamente amenazando a un grupo de personas que estaban asediando la parroquia Jesús Nazareno en Nandaime.
Los testigos del caso
Durante la segunda «farsa judicial», Martha Candelaria Rivas ni siquiera compareció en el juicio como víctima, debido a que rechazó la denuncia y se encuentra privada de su libertad por «falso testimonio». Sin embargo, la Fiscalía orteguista citó como testigo a la hija de la supuesta víctima de agresión, indicó Despacho 505.
La menor de edad, en el anticipo de pruebas, explicó que el sacerdote había golpeado accidentalmente a su mamá y que ella del susto había decidido pedir ayuda a unos «vagos» que estaban frente a la iglesia y que posteriormente estos comenzaron a insultar al sacerdote.
La madre e hija eran las testigos clave en el juicio, pero al negar los hechos narrados por la Fiscalía; la institución judicial, el 23 de junio, realizó una ampliación de pruebas como «estrategia» para inculpar al sacerdote Manuel García y presentó a Humberto José Sánchez López, de 44 años, como su principal testigo.
El medio de comunicación reveló que Sánchez López, expareja de la supuesta víctima y padre de sus hijos, apareció en el juicio como la persona que denunció al párroco. En el juicio manifestó que presentó la acusación al enterarse del hecho por medio de la narración que su hija brindó a la Policía.
La sentencia
La jueza Ana Xóchitl Fonseca impuso un año y cuatro meses de prisión por violencia física y otra condena similar por violencia psicológica contra el padre Manuel García.
En la lectura de sentencia, la judicial orteguista detalló que la pena total del sacerdote es de dos años y ochos meses y que deberá permanecer en el Sistema Penitenciario de Granada provisionalmente hasta el 8 de febrero del 2025.
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El padre Manuel García fue detenido el primero de junio, siendo el primer religioso a quien la dictadura orteguista mantiene tras las rejas acusándolo de delitos comunes. El sacerdote se suma a más de 190 presos políticos en Nicaragua.
Artículo 66 ha intentado comunicarse con jerarcas de Granada con monseñor Jorge Solórzano Pérez, obispo de la Diócesis de Granada, y con el cardenal Leopoldo Brenes, pero no han respondido las llamadas telefónicas para saber sus reacciones ante esta situación.