El desbordamiento de ríos, la saturación de suelos y la persistencia de las lluvias provocadas por la Onda Tropical número 5 y un sistema de baja presión han generado una emergencia climática en Nicaragua, con al menos tres víctimas mortales, dos desaparecidos, más de una veintena de comunidades afectadas, viviendas anegadas y miles de personas en riesgo.
Este lunes, 23 de junio, continuaban las labores de búsqueda y rescate en la comunidad Las Quebraditas, municipio de Wiwilí, Jinotega, donde una joven madre y su hijo de 18 meses fueron arrastrados por la corriente del caño Yakalwas, la noche del domingo. Se trata de Yosneyling Gutiérrez, de 21 años, y su bebé Melki Yoet Picado Gutiérrez. Según medios locales, ambos intentaban cruzar un puente de madera cuando fueron sorprendidos por la corriente. Desde las siete de la mañana de este lunes, brigadas del COMUPRED, Ejército, Policía, Bomberos, Minsa y pobladores participan en las labores de rastreo en la zona.

En otro hecho trágico, Martha Hernández Sobalvarro perdió la vida tras ser arrastrada por la quebrada El Caño, también en Jinotega. Regresaba a su casa en la comunidad Las Brisas, en el municipio de El Cuá, luego de participar en una celebración religiosa en la iglesia católica del Valle Los Condega. Su cuerpo fue hallado cerca de la iglesia de El Caño San Antonio.
Las regiones más afectadas por las lluvias son el Caribe Sur, Zelaya Central, Chontales, Río San Juan, Nueva Segovia y partes de Jinotega y Matagalpa. En El Rama, el nivel del río Escondido superó los ocho metros de altura, rebasando su punto de desborde (6.5 m), e inundó al menos nueve barrios. El Comité Municipal de Prevención de Desastres (COMUPRED) activó desde la madrugada del domingo operaciones de evacuación y traslado de familias a albergues. Un total de 36 familias —139 personas— han sido reubicadas hasta ahora. Los suelos están completamente saturados, lo que eleva el riesgo de nuevos deslizamientos e inundaciones.

En el municipio de El Tortuguero, los barrios Justo Pastor, Recreo, La Esperanza y Cerro Corinto registraron anegaciones y derrumbes. En la comunidad Las Lapas también se reportaron casas dañadas. Mientras tanto, en Karawala (La Cruz de Río Grande), una torre de radio cayó por efecto de los vientos y lluvias, afectando casas aledañas.
Más de 22 familias fueron evacuadas en San Pedro del Norte, Bocana de Paiwas, tras el desbordamiento de los ríos Tuma y Grande de Matagalpa. Las autoridades trasladaron a las familias afectadas a casas solidarias y centros de resguardo, mientras se mantiene la vigilancia ante nuevas crecidas.
En Puerto Cabezas, Bluefields y El Bluff, el Ejército de Nicaragua suspendió los zarpes de embarcaciones menores y de pesca como medida de prevención, debido al incremento del nivel de los ríos, caños y lagunas. La medida afecta la conectividad hacia múltiples comunidades ribereñas y obliga a la población a mantenerse en tierra.

El ministro-director del SINAPRED, Guillermo González, aseguró a medios oficialistas que el monitoreo es constante y advirtió a la población que no cruce ríos ni cauces, y que evite exponerse a zonas de riesgo. «Desde ayer se movilizó a las familias en los barrios inundados. Estamos atentos y en comunicación permanente», declaró el funcionario orteguista.
Además, el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) anunció el ingreso de las ondas tropicales 6, 7 y 8 durante los próximos días, lo que prolongará el periodo lluvioso y podría agravar aún más la situación. La alerta institucional se mantiene activa en todo el país, mientras se suspenden clases en zonas vulnerables y se recomienda extrema precaución a conductores y motociclistas.