El exjugador de béisbol de grandes ligas, Everth Cabrera, el muchacho de Nandaime, que a punta de esfuerzos logró convertirse en uno de los mejores jugadores de ese deportes que ha salido de Nicaragua sigue luchando por salir del oscuro mundo de las drogas. Esta vez, asegura que no se va a rendir porque su lucha la hace de la mano de Dios.
En un emotivo y alentador mensaje divulgado a través de redes sociales, Cabrera, quien en el 2012 se convirtió en el líder en bases robadas de la liga nacional y se llenó de gloria en el 2013 al ser convocado a un juego de estrellas, se vio hundido en el vicio desde que jugaba en el mejor béisbol del mundo, por lo que fue dado de baja y retornó a Nicaragua, derrotado por las drogas.
Ha intentado en varias ocasiones vencer el vicio y no lo ha conseguido. Sin embargo, en este nuevo intento, asegura que lo está logrando. En el vídeo hecho público, el expelotero se ve lleno de vida, de mirada optimista y un semblante que para muchos es señal de victoria.
«Soy Everth Cabrera, exjugador de las Grandes Ligas con los Padres de San Diego y los Orioles de Baltimore. Hoy quiero compartir con ustedes algo muy personal. Como muchos saben tuve el honor de llegar a las Grandes Ligas, un sueño que logré con mucho esfuerzo y sacrificio. Hoy quiero agradecerle a Dios, a la Clínica Nicaragua Recovery y a todas las personas que me han apoyado en mi recuperación. Para recuperar mi salud, mi vida y mi relación con Dios», dice el nandaimeño.
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En un gesto de humildad y autocrítica, Cabrera reconoce que, por sus logros en el deporte ha sido visto como un templo y al caer en el mundo de las drogas pudo decepcionar a muchos y por ello pide disculpas.
«Hoy con humildad les aseguro que este proceso de rehabilitación lo estoy tomando con la fe puesta en Dios, porque sé que con él nada es imposible”, expresa el expelotero.

«A ustedes mi gente les pido que me den su confianza nuevamente. No me voy a rendir, porque sé que con Dios a mi lado puedo superar cualquier obstáculo. Gracias a todos los que me han apoyado y aún creen en mí», agregó.
Hace unos meses, Cabrera, que generaba noticias de orgullo al realizar tremendas jugadas en el campo corto de las grandes ligas, se convirtió en noticia esta vez por verse involucrado en incidentes de agresiones a turistas y vecinos en San Juan del Sur y en su natal Nandaime. todos los episodios aparentemente bajo los efectos de sustancias alucinógenas. Estuvo tan mal que fue internado en el Hospital Siquiátrico.
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Ahora afirma que va ganando la batalla contra esa adicción que destruyó su brillante carrera beisbol y estaba acabando con su vida.
«Finalmente quiero desearles a todos una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. Que en esta Navidad todos podamos encontrar paz y fuerzas para seguir adelante. Que Dios los bendiga a todos», finaliza su mensaje el beisbolista.
En sus tiempos de gloria deportiva, Everth Cabrera se forjó una trayectoria que incluye siete temporadas en las ligas mayores, y acumuló números de por vida excelentes entre ellos, 246 de average, 450 imparables, 12 cuadrangulares, 132 empujadas, 228 carreras anotadas y logró robarse 138 bases