El gobierno de Nicaragua obligará a las iglesias y entidades religiosas a pagar el impuesto a la renta y ordenó el cierre de 150 oenegés, en un endurecimiento del control sobre esas organizaciones.
«Deróguese el punto de la “Ley de Concertación Tributaria” donde se eximía de esa obligación a las iglesias, denominaciones, confesiones y fundaciones religiosas», establece la resolución publicada en el diario oficial La Gaceta, firmada por el presidente Daniel Ortega.
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Ahora deberán atenerse a impuestos de hasta el 30% de sus ingresos anuales, dependiendo del monto de estos a final del año fiscal (enero-diciembre).
Los cambios fiscales fueron introducidos en las reformas a las leyes de «Control de Organismos Sin Fines de Lucro» y a las de «Regulación de Agentes Extranjeros», que desde ahora obligarán a las oenegés a realizar sus proyectos de forma conjunta con instituciones del Estado.
El gobierno canceló también la inscripción de 151 organizaciones no gubernamentales, la mayoría cámaras de comercio internacionales y sectoriales, tres días después del cierre masivo de 1.500 oenegés, en lo que la oposición en el exilio calificó de una arremetida contra la sociedad civil.