El amplio «ejército de asesores» del régimen Ortega-Murillo sigue siendo reestructurado. La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, leyó una nota de prensa en la que indicó que «ratifican a los asesores de la Presidencia, con rango de ministros», incluyendo entre estos a 16 leales de Ortega y una que le servirá a ella, o sea, a la Vicepresidencia.
Los orteguistas ratificados fueron Bayardo Arce Castaño, siempre como «asesor para Asuntos Económicos y Financieros»; Leonardo Ovidio Reyes Ramírez, presidente del Banco Central y «asesor en temas de Banca y Finanzas y Sectores Productivos»; el comisionado general Horacio Sebastián Rocha López como «asesor para Asuntos de Seguridad».
Samuel Santos López, excanciller, se mantiene como asesor para Políticas y Asuntos Internacionales; Salvador Vanegas Guido, conserva su puesto como asesor para Todas las Modalidades de Educación; Manuel Alí Rivas Vallecillo, como asesor de Seguridad; y Steadman Fagot Müller como asesor para Políticas hacia Pueblos Originarios.
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También, ordenaron ratificar a José Francisco «Chico» López como asesor para Producción y Comercio; a Mohamed Mohamed Farrara Lashtar como asesor para África, Medio Oriente y Países Árabes; a Iván Acosta Montalván, exministro de Hacienda y Crédito Público como asesor para Organismos Internacionales; a Wilmor Efraín López Martínez recién nombrado asesor para Cultura Tradicional y Popular.
Mantienen a las exministras Sonia Castro González y Carolina Asunción Dávila Murillo como asesoras para temas de Salud; y a Valdrack Ludwing Jaentschke Whitaker, Iván Lara Palacios y Orlando José Tardencilla como asesores para temas de Políticas y Asuntos Internacionales.
La vicedictadora Rosario Murillo, anunció una «nueva reestructuración en la forma de trabajo» para las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que aún quedan en el país, según Murillo, ahora las oenegés deberán, por ley, trabajar en alianza con instituciones del Estado.
Esta «reestructuración» o «Alianzas de Asociación», como es nombrado por el Gobierno, tiene como función principal ligar los proyectos que desarrollan las ONG a diferentes entidades del sector público controlado por la pareja presidencial bajo la excusa de un nuevo modelo de operatividad.
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«Cada ONG, en cumplimiento de todas sus obligaciones de Ley, presentará a las Entidades Públicas, a través del Ministerio del Interior o de la Cancillería de la República, según sea el caso, propuestas específicas para programas y proyectos de alianzas, alrededor de temáticas particulares, de acuerdo a su definición o vocación», dijo el gobierno en un comunicado oficial.
El anuncio del plan de «reordenamiento, rediseño y validación del funcionamiento en instituciones y programas estatales», que hizo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que no es más que despidos en el Estado, ha generado estrés y pánico en los ministerios.
«La escoba» amenaza por igual a fieles al régimen y a quienes se han mantenido con «bajo perfil» por no compartir sus acciones. «Hay pánico y zozobra entre los trabajadores y es a todos los niveles del aparato estatal», dice un orteguista que pese a su credo político no se encuentra muy optimista. «Estamos fregados, todos por igual, traidores y compañeros de los buenos, nadie está a salvo», admite.
La próxima semana se espera que, en su acostumbrada intervención en los medios de su régimen, la vocera gubernamental Rosario Murillo, comente los avances del plan de reestructuración.