El régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó el arresto del sacerdote octogenario Fruto Valle, administrador «Ad Omnia» de la Diócesis de Estelí, y lo trasladó a Managua, donde lo recluyeron bajo «seminario por cárcel».
El sacerdote Valle tiene 80 años, padece de múltiples enfermedades propias de su edad. Su detención a manos de la Policía sandinista fue informada por la investigadora de temas religiosos Martha Patricia Molina.
La Policía del régimen habría llegado hasta la residencia del religioso, en la ciudad de Somoto, al norte del país, para ponerlo bajo custodia, apenas 24 horas después de haberle notificado que «el Gobierno» no autorizaba una misa de ordenación sacerdotal que estaba programada para este sábado, 27 de junio, en la que serían nombrados presbíteros tres diáconos pertenecientes a la Diócesis de Estelí.
El padre Fruto, como lo llama la feligresía, tiene más de 50 años de vida sacerdotal. En enero de 2023, la Santa Sede lo nombró administrador «Ad Omnia» (a todo) de la Diócesis de Estelí, ante la ausencia forzada del administrador apostólico, monseñor Rolando Álvarez, quien fue desterrado por la dictadura a Roma, luego de mantenerlo bajo prisión durante más de un año.
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De acuerdo con la información divulgada por la investigadora Molina, tras su detención, el día viernes, un día antes de la misa que ya había prohibido el régimen, el padre Fruto fue trasladado hacia la capital, y una vez ahí, lo condujeron hasta el Seminario Interdiocesano Nacional Nuestra Señora de Fátima.
En el recinto religioso fue recluido bajo órdenes de no salir, en una especie de Seminario por cárcel, una forma de privar de la libertad a los sacerdotes y mantenerlos bajo vigilancia.
La abogada expuso en su denuncia que teme que el anciano sacerdote haya sido sometido a duros interrogatorios y hasta posiblemente torturado durante su traslado hacia Managua.
Tras la excarcelación y destierro de los obispos Álvarez e Isidoro Mora, junto a 17 religiosos más, entre sacerdotes y seminaristas, el padre Fruto es el primero en ser detenido por el régimen en medio de una guerra sin cuartel que mantienen los dictadores Ortega y Murillo contra el cristianismo.
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Recientemente, el Grupo de Expertos en Derechos Humanos para Nicaragua (GHREN) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), emitió una actualización de su informe sobre las violaciones a los DD.HH en el país y concluye que en Nicaragua la dictadura comete crímenes de lesa humanidad contra la Iglesia.
El grupo de Expertos identifica directamente a Daniel Ortega y Rosario Murillo como principales responsables de esos crímenes de lesa humanidad y también señalan como responsables de las violaciones, abusos y crímenes contra la religión al Poder Legislativo, el Poder Judicial, la Policía Nacional, el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República y el Ministerio de Gobernación (ahora Ministerio del Interior)»,todos bajos las órdenes directas de los dictadores.