Con carteles, pancartas y camisetas azul y blanco, un grupo de nicaragüenses se reunió en La Haya, Países Bajos, para manifestarse pacíficamente y exigir justicia por las 19 víctimas asesinadas en la masacre del Día de las Madres de 2018, ejecutada por las fuerzas represivas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«¿Quiénes somos? ¡Nicaragua! ¿Qué queremos? ¡Libertad!», fue una de las consignas que gritaban los compatriotas. El encuentro tuvo lugar este sábado, primero de junio, en una plaza frente al Palacio de la Paz, donde se encuentra la Corte Internacional de Justicia (CIJ), encargada de emitir fallos sobre crímenes exteriores.
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Los manifestantes también se acostaron en el suelo, rodeados de flores y banderas de Nicaragua invertidas, como una forma de rendir homenaje a los fallecidos en la masacre del 30 de mayo de 2018. En el contexto de las protestas cívicas de ese año, ese día es visto por la oposición como uno de los más «sangrientos».
A través de un comunicado, el grupo SOS Nicaragua – Holanda afirmó que los nicaragüenses residentes en Países Bajos comenzaron a construir «una unidad que trasciende cualquier bandera o ideología política», que está conformada por personas de diversas organizaciones y pensamientos, pero que comparten el propósito de «ver a Nicaragua libre y democrática».

«Queremos que este ejemplo de unidad se replique en todos los grupos de exiliados nicaragüenses alrededor del mundo. Es fundamental que dejemos de lado las diferencias y nos enfoquemos en nuestro objetivo común. Solo unidos podremos alcanzar la justicia y la libertad que tanto anhelamos», detalla la nota.
De igual manera, la agrupación aseguró que los nicaragüenses que permanecen en su patria «no están solos». «Cada día, desde el exilio, seguimos luchando por ustedes. No los olvidamos ni un solo momento. No pierdan la esperanza, porque estamos convencidos de que la democracia triunfará en nuestra patria», agregan.
Los connacionales en el exilio reiteraron que se mantienen «firmes y con la fe intacta en que lograremos una Nicaragua donde todos puedan vivir en libertad». Expresaron que «la lucha continúa y no descansaremos hasta ver un país libre de dictaduras, donde reine la justicia y el respeto por los derechos humanos».
Masacre en el Día de las Madres
El 30 de mayo de 2018, miles de ciudadanos se unieron a la convocatoria de la «Madre de todas las marchas» para exigir justicia por las víctimas mortales de la represión del régimen. La crisis sociopolítica, que había comenzado el 18 de abril, ya había dejado decenas de asesinatos.
La población comenzó a reunirse en las cercanías de la Rotonda Jean Paul Genie para recorrer la Carretera a Masaya en dirección a Metrocentro y finalizar en la Universidad Centroamericana (UCA). Sin embargo, la marcha, al pasar por la Avenida Universitaria, fue atacada por paramilitares, policías y francotiradores que disparaban desde el Estadio Nacional Dennis Martínez.
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Los ataques dirigidos contra la población desarmada dejaron 19 víctimas en Managua y otros departamentos del país. Mientras que unas 300 personas resultaron heridas por la artillería pesada utilizada por el régimen contra el pueblo.
Ese día se registró una de las marchas más multitudinarias en la historia reciente del país. Se calcula que unas 800 mil o un millón de personas se movilizaron en Managua. Las principales arterias de la capital estaban abarrotadas por pobladores que exigían la salida de la pareja dictatorial y justicia por los 67 muertos que se contabilizaban hasta ese momento.