La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha catalogado la ruta terrestre de México hacia EE.UU. como la más peligrosa del mundo para los migrantes, donde han fallecido o desaparecido más de 5 mil personas en la última década incluyendo al menos 75 nicaragüenses que sus familiares jamás volvieron a saber de ellos, según el más reciente informe de esa instancia internacional dado a conocer en marzo de este año.
Los datos recopilados por la OIM a partir de 2014 señalan que, al menos 63 mil personas han perdido la vida o han desaparecido mientras migran en todo el mundo, y más de la mitad de esos migrantes no han logrado ser identificados, lo que agrava el problema.
Solo en 2023, según el estudio realizado por el «Proyecto Migrantes Desaparecidos» de la OIM, se conoció que, por lo menos 8 mil 542 personas murieron o desaparecieron durante la migración en el mundo, y destacan que se trata de la cifra más alta registrada en cualquier año de la última década. «Esto marca un aumento global del 20 por ciento en el número de inmigrantes muertos, sobre los 7 mil 141 registrados en 2022», señala el informe.
Durante el 2023 se registraron al menos 1,911 muertes o desapariciones durante la migración en todo el continente americano. Cifra mayor a las 1,465 ocurridas en 2022. De ellas, cerca de 700 ocurrieron en las fronteras méxico-estadounidenses.
Ahogados y desaparecidos: cifras de horror
El ahogamiento es la causa más frecuente de fallecimientos entre personas «en movilidad» desde 2014, según las estadísticas de la OIM, con más de 36.000 muertes registradas en las rutas migratorias.
«La gran mayoría de las muertes por ahogamiento ocurrieron en el Mediterráneo, con más de 28 mil, pero miles también han muerto intentando cruzar la ruta del Atlántico (4,126); el cruce fronterizo entre Estados Unidos y México, donde han perdido la vida por esa causa 5, mil 213 migrantes, el cruce del Golfo de Adén entre el Cuerno de África y Yemen (1.031) y en rutas desde el Caribe a Estados Unidos (539)», dice el informe de la instancia de la ONU.

Agrega que, de todos los ahogados, más de 23 mil permanecen en condición de desaparecidos y «se presumen muertos», principalmente en el mar, dado que sus cuerpos «nunca fueron recuperados».
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Esta cifra de ahogados o desaparecidos puede ser dramáticamente mayor, advierte la organización, pues solo es una estimación conforme a la metodología del Proyecto, que siempre utiliza el número mínimo de personas ahogadas principalmente en «grandes naufragios».
Los migrantes nicaragüenses que hacen la ruta terrestre hacia EE.UU. a través de México, no escapan a esa tragedia. Según datos manejados por diferentes medios de comunicación, más de 40 nicaragüenses se han ahogado intentando cruzar el río Bravo entre 2019 y 2023.
Hasta el momento, al menos 75 migrantes nicaragüenses permanecen en condición de desaparecidos, según datos conocidos por la organización humanitaria Comunidad de Nicaragüenses en Texas (TNC, por sus siglas en inglés), de ellos, 34 han desaparecido en los últimos 3 años, incluyendo la niña Sofia Caballero, que tenía tres años de edad al momento de desaparecer en el río Bravo, cuando su mamá intentaba cruzar hacia EE.UU. con ella en brazos. Aunque el cadáver de la madre fue encontrado, de la niña no se sabe nada hasta hoy.
Muertes violentas
Las muertes de migrantes debido a la violencia están aumentando a nivel mundial, afirma la OIM: En las fronteras entre Estados Unidos y México se han documentado 170 asesinatos de personas en proceso de migración, además, «2 mil 322 asesinatos documentados entre 2021 y 2023 suman más que las 2.040 registradas en los siete años anteriores entre 2014 y 2020. El aumento de muertes violentas se deben en gran parte a los crecientes informes de muertes en la frontera entre Yemen y Arabia Saudita desde 2022 (1.267), pero también incluyen muchos asesinatos en el desierto del Sahara (712) y en las fronteras entre Afganistán e Irán (287), Siria y Türkiye (208)», dice el estudio.

La OIM destaca que más de una de cada siete muertes de migrantes documentadas en la base de datos del MMP se registran por una causa «desconocida». «Esto suele deberse a que los restos se encuentran mucho después de que se haya producido la muerte, lo que dificulta la investigación forense, determinar la causa de la muerte, y mucho menos identificar a la persona fallecida, es extremadamente difícil».
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Este tipo de muertes ocurre principalmente en regiones remotas y desérticas. «El 26 por ciento de esos casos se han registrado en la frontera entre Estados Unidos y México y al menos el 23 por ciento en el desierto del Sahara».
Finalmente, el informe de la ONU señala que, de las 63.000 personas cuyas muertes o desapariciones se registraron durante la migración entre 2014-2023, la información sobre edad o sexo no está disponible para más de 37.000 (59%) personas. En tanto, de las 25 mil 925 personas en la base de datos del proyecto con alguna información demográfica, más de 17.100 eran hombres, casi 5.500 eran mujeres y más de 3.400 eran niños.