El sagrario de la parroquia San Juan Bautista, del municipio de San Fernando, departamento de Nueva Segovia; fue parcialmente quemado, denunció el periodista Emiliano Chamorro, destacado reportero en temas de religión.
Chamorro señaló que el hecho fue cometido por los «enemigos de la Iglesia católica», en referencia al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Desde 2018, la Iglesia y su clero son víctimas de la represión estatal.
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«La dictadura ha dado muestra de su odio a la Iglesia y sus pastores, hasta quemando imágenes sagradas y de un gran valor para la fe de la feligresía», habría dicho un feligrés al periodista nicaragüense.
Niega paso a los devotos de la Virgen de Cuapa
El comunicador también denunció que la dictadura nicaragüense bloqueó el paso de los fieles devotos al Santuario Mariano de Cuapa. Los feligreses se dirigían al lugar para «celebrar las apariciones de la Madre de Dios, quien (en) 1980, se le apareció a un campesino para pedirle se trabajara por la paz y la reconciliación de Nicaragua».
En el año de las apariciones de la Virgen María en Cuapa, era Daniel Ortega quien gobernaba Nicaragua bajo la primera dictadura sandinista. «Ortega… tenía al país en una guerra y a las familias nicaragüenses divididas», recordó el periodista en su cuenta de X.
La persecución a la Iglesia
La Iglesia católica nicaragüense ha sido blanco de los ataques sistemáticos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde 2018 a la fecha. Durante este quinquenio se han registrado más de 500 agresiones a obispos, sacerdotes y laicos. Además, se han ejecutado asaltos y profanaciones a templos religiosos.
En esa cruzada antirreligiosa de la dictadura «cristiana» de Nicaragua, el régimen obligó al exilio a más de 50 sacerdotes, según un informe del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más. Además, la dictadura ordenó el cierre de 13 medios de comunicación a cargo de la Iglesia.
La guerra emprendida por la dictadura contra la fe ha dejado como resultado el encarcelamiento de 55 religiosos, de los cuales han desterrando a 44 y la cancelación de por lo menos 381 organizaciones religiosas (280 evangélicas), según el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
En su deriva autoritaria contra la Iglesia, la dictadura ordenó desplegar contingentes policiales en todos los templos católicos del país para asediar e impedir las más de 4 mil procesiones de Semana Santa en 2023 y 2024 para impedir cualquier actividad religiosa que se intentara desarrollar en las calles.