El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, cada vez más excluido por la comunidad internacional en los ámbitos diplomáticos y económicos, pidió a los países desarrollados más financiamiento y que suavicen lo que llaman «modelo financiero actual capitalista, egoísta e inhumano» y clamaron por «verdadera cooperación» para poder cumplir la agenda 2030, de reducción de la pobreza.
Durante el Foro del Consejo Económico y Social sobre el seguimiento de la financiación para el desarrollo, realizado este lunes, 22 de abril, en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, el representante de la dictadura ante el organismo, Jaime Hermida, leyó un mensaje de sus jefes, en el que, además de criticar fuertemente las políticas de financiamiento establecidas por los países desarrollados, pide dinero para, supuestamente, invertirlos en desarrollo.
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El mensaje enviado por el dictador Ortega a las potencias económicas, a través del Foro, señala que «el financiamiento es crucial para materializar acciones en materia de desarrollo, los sistemas financieros internacionales deben brindar mayor acceso de manera equitativa e inclusiva, y apoyar la provisión de recursos e inversiones. Asimismo, los países desarrollados deben cumplir con sus compromisos adquiridos vinculantes en relación con la asistencia oficial para el desarrollo».
Además de pedir financiamiento, la dictadura arremetió contra las mayores economías del mundo culpándolas de la crisis que padecen los países en desarrollo porque, según señalan, se enfrentan a «los estragos de las crisis producidas primordialmente por el modelo financiero actual capitalista, egoísta e inhumano que cada día socava el desarrollo de nuestros pueblos, e incrementando más pobreza extrema, más hambre y más desigualdad en el mundo».
El régimen de Nicaragua insiste en culpar a las «potencias económicas capitalistas» por el hambre en el mundo y les exige dinero, precisamente a pocos días que el G7, la agrupación de las siete principales potencias económicas democráticas del mundo, le envió un duro mensaje exigiendo que cese la represión generalizada, la persecución religiosa y que libere a los presos políticos, Además, insta a Ortega a que celebre elecciones libres y democráticas con la participación de todos los actores políticos del país.
La administración sandinista, acostumbrada a contestar con discursos de odio a cualquier país u organismo intencional que lo critique, hasta ahora no ha contestado al G7, no lo ha acusado de intervencionista, como lo hace siempre la vocera gubernamental, Rosario Murillo.
Por el contrario, mandó a su embajador en la ONU a que expusiera ante el Consejo Económico y Social, la urgencia de crear «un nuevo modelo económico internacional multipolar y una reforma a la arquitectura financiera con políticas orientadas a una verdadera cooperación, acciones que proporcionen más financiamiento y acceso a los países en desarrollo para acelerar y cumplir plenamente con la Agenda 2030».
Siguen «exigiendo» que levanten sanciones
El enviado de Ortega aprovechó el Foro del Consejo Económico y Social de la ONU para seguir «exigiendo» que levanten las sanciones contra ellos y contra otros países.
Lo que no explican los representantes del sandinismo es que en el caso de Nicaragua las sanciones que han aplicado varios países son específicas, es decir, dirigidas a funcionarios e instituciones de la dictadura, involucrados en la corrupción y la violación de derechos humanos y no afectan las exportaciones e importaciones del país.
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«Es innegable, y de todos conocidos, que cuando hablamos de financiamiento para el desarrollo, no se puede menospreciar, apartar, ni mucho menos excluir, a más de 2 millones de millones de personas, a más de 40 países que sufren todos los días de los impactos de la aplicación de las ilegales, terroristas medidas coercitivas, unilaterales y sus obstáculos en el acceso a préstamos y proyectos viables en las instituciones financieras internacionales, para los países en desarrollo que intentan implementar la Agenda 2030, especialmente, la erradicación de la pobreza», se quejó el embajador de Ortega.
Asimismo, expuso ante la ONU que están preocupados porque «en vez de disminuir, esta política de imponer sanciones, cada día los imperialistas y neocolonialistas las incrementan, y las aplican a más países». Aseguran que las medidas son incompatibles y una contradicción con el foro de Financiamiento para el Desarrollo y piden tanto sean «eliminadas inmediatamente».
El foro realizado en la ONU este lunes fue con miras a la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo que se realizará en junio de 2025 en España.