María José Da Costa, madre de la joven brasileña Raynéia Gabrielle Da Costa Lima Rocha, asesinada en Nicaragua en el contexto de las protestas sociales, expresó su solidaridad con las integrantes de la Asociación Madres de Abril (AMA) con las que comparte «el dolor de perder una hija».
«Para todas, esta pérdida irreparable ha sido una experiencia devastadora, el dolor causado dura para siempre, pero el amor por nuestros hijos nunca morirá, ese amor es el motor que se ha transformado en fuerza para que sigamos luchando por la justicia», destaca la carta compartida por AMA en sus redes sociales.
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«Las madres nicaragüenses son ejemplo de lucha y valentía, que continúan adelante a pesar del dolor, no se rinden ante él, son la voz de sus hijos que exigen verdad y justicia», añade.
Da Costa agradeció los mensajes de solidaridad, fe y esperanza; y que estos le «alientan para continuar con mi compromiso de búsqueda de la verdad, el acceso a la justicia y se sancionen a los responsables del asesinato de mi única hija».
Por su parte, la Madres de Abril pidieron «justicia y apoyamos su demanda al Estado brasileño de no archivar la investigación de Raynéia, garantizando el debido proceso. Así como exigimos al Estado de Nicaragua que se respeten los derechos de #VerdadYJusticia sin impunidad para cada una de sus víctimas».
La exigencia al Estado de Brasil
En la misiva, María José Da Costa exige a las autoridades de Brasil que cumpla con su obligación de proteger los derechos humanos de sus nacionales porque la legislación las faculta a las autoridades competentes a aplicar el principio de extraterritorialidad de la ley penal.
«(Esto) implica juzgar hechos cometidos en otro Estado cuando la víctima sea brasileña, especialmente cuando el Estado Nicaragüense, aplicó la Ley de Amnistía al único acusado del asesinato de mi hija Raynéia Gabrielle Da Costa Lima Rocha y lo absolvió, en un proceso en el que no se me dio la intervención de ley, ni se protegieron los derechos que tengo como parte ofendida en el caso», refiere.
Finalmente solicitó nuevamente a las autoridades de su país que no archiven el proceso investigativo argumentando que el acusado fue juzgado y amnistiado en Nicaragua.
Da Costa señala que «en ese proceso judicial no se respetaron las garantías del debido proceso, generando impunidad a favor del sujeto procesado y lesionando nuestros derechos como víctimas, lo que contradice las normas interamericanas e internacionales en materia de justicia»
La muerte de Rayneia
El 23 de julio del 2018, Da Costa Lima Rocha perdió la vida tras recibir disparos con un fusil de asalto Carabina M4. El hecho sucedió cuando la joven iba hacia su vivienda en un residencial de Managua, en las inmediaciones del Colegio Americano, misma zona que en el contexto de las protestas de ese año se encontraba controlada por grupos de terceros armados del régimen orteguista que cuidaban la residencia del financiero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Francisco López.
A pesar de que la justicia nicaragüense, controlada por el dictador Daniel Ortega, condenó a 15 de años de prisión —14 por asesinato y uno por posesión ilegal de armas— a Gutiérrez Solís, en julio de 2019 fue beneficiado con la Ley de Amnistía y fue puesto en libertad.
En esa ocasión, el abogado del criminal presentó un escrito solicitando una sentencia de sobreseimiento (suspensión del proceso por falta de causas), libertad y cancelación de antecedentes penales, basándose en el beneficio que en ese entonces otorgaba la Ley de Amnistía a las personas involucradas en los hechos iniciados en abril de 2018.
Raynéia Gabrielle Da Costa Lima Rocha es una de las más de 300 víctimas en el contexto de las protestas sociales en contra de la administración Ortega y Murillo, crímenes que hasta el día de hoy siguen sin justicia, más bien la dictadura ha incrementado su nivel represivo.