Durante la temporada de huracanes de este año, que iniciará en junio, se formarán en el atlántico americano al menos 23 tormentas tropicales, de las cuales 11 alcanzarán categoría de huracanes de considerable magnitud, según pronosticó el centro de estudios de Tiempo y Clima de la Universidad Estatal de Colorado, de EE.UU. (CSU, por sus siglas en inglés).
El equipo de científicos del clima, en su informe de este año, advierte claramente que «la temporada de huracanes de la cuenca del Atlántico de 2024 será extremadamente activa».
En estudio denominado «Pronóstico de actividad de huracanes en 2024» anticipa que de las 23 «tormentas con nombre» que se formarían en el Atlántico, entre el 1 de junio y 30 de noviembre, 11 alcanzarán magnitud de huracanes y cinco de ellos serán peligrosos o considerados «grandes huracanes», con categoría de entre 3 y 5 en la escala Saffir-Simpson.
Nicaragua en la ruta de «grandes huracanes» este año
En los seis meses que dura la temporada ciclónica, se pronostican 15 días de tormenta, de los cuales 45 serán «días de huracanes». Otro dato inquietante que revela el estudio es que existe un 66 por ciento de probabilidades de que los denominados «grandes mayores» toquen tierra en el Caribe, es decir, en las islas de las Antillas y en los países de Centroamérica incluyendo Nicaragua.
Entre los factores que facilitarán esa hiperactividad atmosférica, según los científicos de la CSU se cuentan la temperatura en esta parte del planeta y estabilidad de la atmósfera.
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Los estudiosos del clima pronostican que particularmente las altas temperaturas en la superficie oceánica en la parte tropical y subtropical, que este año han sobrepasado los registros históricos, son el «combustible» para la formación del número récord de tormentas este año.
«Cuando las aguas del Atlántico tropical y subtropical oriental y central son mucho más cálidas de lo normal en la primavera, estas tienden a debilitar la alta presión subtropical y los vientos que soplan a través del Atlántico tropical. Hay una probabilidad de que estas condiciones conduzcan a una continuación de temperaturas del agua muy por encima del promedio en el Atlántico tropical durante el pico de la temporada de huracanes 2024 del Atlántico», explican los científicos en su estudio.
A esos factores, se suma el evento atmosférico conocido como La Niña, que para los meses de agosto-octubre, cuando la temporada ciclónica este en su pico más alto, jugará un papel incidente, pues disminuye los vientos del oeste en los niveles superiores de la atmósfera, a través del Caribe hacia el Atlántico tropical, y esto incidirá en la formación e intensificación de huracanes en el Atlántico.