Este Viernes Santos, día en el que el catolicismo revive el sufrimiento de Jesucristo camino al calvario y su posterior crucifixión por la redención humana, el sacerdote nicaragüense en el exilio Edwing Román recordó a aquellos que se han erigido como los represores de su pueblo.
Retomando el libro de Lucas en el capítulo 23 versículo 46, el religioso, uno de los desnacionalizados por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo escribió «VII PALABRA: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”».
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El guía espiritual retomó las palabras de Jesús expresadas, según la Biblia, antes de expirar para aludir a quienes no se arrepienten por el daño al que someten a sus ciudadanos por las ansias de poder, una alusión directa a la pareja presidencial de Nicaragua.
«¡Qué cuenta darán a Dios los que empuñan armas y reprimen!. Triste, porque no dirán esta Palabra de Cristo cuando se estén muriendo, porque en este mundo solo les movió el espíritu de la represión y el asesinato», escribió Román en su cuenta de X.
En esa reflexión, el sacerdote, exiliado en Miami, Estados Unidos; trajo a colación los más de 350 asesinatos imputados a la dictadura de Nicaragua en el marco de las protestas sociales iniciadas en abril de 2018, crímenes considerados de lesa humanidad por organismos internacionales de derechos humanos.
Nicaragua vive bajo un Estado policial de facto que ha empujado a más de 100 mil nacionales al exilio o la migración. Los Ortega-Murillo imponen un modelo de partido único que receta cárcel, muerte o acoso a quienes no están de su lado, acciones violentas de la que no se han escapado los líderes religiosos.
Desde su exilio forzado, que comenzó en agosto de 2021, el padre Román ha demandado el cese de la represión contra la Iglesia católica, convirtiéndose en una de las voces religiosas más críticas del gobierno sandinista, expresándose tanto en sus redes sociales como en el púlpito de una parroquia.