La Ley estatal antiinmigrantes de Texas, conocida como SB4, fue bloqueada nuevamente por jueces de apelaciones de Estados Unidos, por considerar que su aplicación o no, debe vencer primero los litigios que se mantienen en tribunales inferiores.
La controversia en torno a la ley migratoria en Texas continúa generando estira y encoge en los tribunales y esta vez la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito emitió una decisión que bloquea, una vez más, la implementación de esta estricta ley migratoria.
En cuestión de horas, la Ley Senatorial SB4, ha sido autorizada para aplicarse y desautorizada nuevamente por el Tribunal Supremo de EE.UU. La legislación estatal es considerada la más severa Ley antiinmigrantes en la historia de ese país.
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La normativa aprobada por los legisladores de Texas convierte la entrada irregular de extranjeros a ese estado, a través de las fronteras con México, en delito, lo que le permite a las autoridades policiales detener, deportar y hasta procesar con la posibilidad de condenar a 20 años de cárcel a un extranjero sospechoso de ser inmigrante ilegal.
Dicha Ley debió entrar en vigencia el pasado 5 de marzo, sin embargo su aplicación fue bloqueada por un juez federal que dio la razón al Gobierno de Joe Biden y a organizaciones defensoras de los migrantes, que ha argumentado que la severa regulación no debe ser aplicada mientras no finalicen los procesos incoados en los tribunales.
No obstante, este ,martes 19 de marzo, el Tribunal Supremo estadounidense emitió su opinión autorizando la aplicación de la SB4, con lo que se encendieron las alarmas entre las organizaciones promigrantes y el Poder Ejecutivo. Pero unas horas después tres jueces de apelaciones la volvieron a bloquear, con lo que, de momento, se evitan las detenciones y deportaciones masivas de migrantes en ese Estado.
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El Gobierno de Biden ha argumentado ante la Corte Suprema que esa instancia judicial «ha reconocido durante mucho tiempo que la regulación de la entrada y salida de no ciudadanos está inseparablemente vinculada con la conducta de las relaciones exteriores y, por lo tanto, está exclusivamente delegada al Gobierno Federal»,.
Pero Texas, gobernada por el conservador Greg Abbott pretende lanzarse contra los migrantes irregulares aduciendo que tiene el derecho de detenerlos y expulsarlos bajo la «Cláusula de Guerra del Estado de la Constitución, que permite la acción estatal en casos de invasión o peligro inminente».