Diferentes organizaciones opositoras nicaragüenses emitieron un comunicado para agradecer a la Junta Directiva y a la Secretaría del Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés) por cancelar la financiación del proyecto «Bio-Clima», dirigido por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Los opositores ven esta medida como «un faro de esperanza» para las comunidades indígenas en todo el mundo.
Las agrupaciones calificaron esta acción como un «monumental paso adelante» y «un triunfo para la conservación del medio ambiente», que también «representa una importante victoria para los derechos y la dignidad de los pueblos indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe de Nicaragua».
La misiva, dirigida a la directora ejecutiva del GCF, Mafalda Duarte, asegura que al decidir detener el proyecto Bio-Clima, el GCF ha demostrado «un profundo compromiso con el respeto de los derechos y el patrimonio cultural de las comunidades indígenas de Nicaragua, así como una plena observancia y cumplimento de las salvaguardas sociales del Fondo en la aprobación de proyectos de financiación climática».
Los organismos independientes destacaron que «con demasiada frecuencia, los proyectos de desarrollo ignoran las voces y los derechos de los pueblos indígenas, lo que conduce a la degradación del medio ambiente y la injusticia social».
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«Los pueblos indígenas son a menudo los más vulnerables a los efectos del cambio climático, pero sus conocimientos tradicionales y su gestión de la tierra ofrecen valiosas ideas para encontrar soluciones sostenibles», agrega la nota, difundida este lunes, 18 de marzo.
Las organizaciones consideraron que «la decisión de dar prioridad a su bienestar y autonomía sienta un poderoso precedente para una acción climática inclusiva y equitativa en Nicaragua y en los países en donde se implementan acciones del Fondo».
De igual manera, señalaron que «al cancelar el proyecto Bio-Clima, no solo se salvaguardan sus territorios ancestrales, sino que también se reconoce y honra su papel vital en la conservación del medio ambiente y la resiliencia climática». El comunicado señala que «el Fondo también ha demostrado el respeto a sus mecanismos internos de cumplimento, lo que genera confianza ante la comunidad internacional acerca de su transparencia y efectividad».
«Esta decisión envía un mensaje claro al Estado de Nicaragua, controlado por la dictadura sandinista, de que el Fondo Verde para el Clima está comprometido con la defensa de los derechos indígenas y la promoción de procesos de consulta libre, previa e informada, y consentimientos significativos en todas sus iniciativas», destacaron los activistas.
Entre las organizaciones que firmaron la nota se encuentran la Unión Nicaragüense Autoconvocada (UNA), el Movimiento Patriótico Nacional (MPN), la Mesa de Concertación Democrática, el organismo político AVANZA, la Unidad Patriótica por el Cambio (UPC), el grupo Nicaragüenses en el Exilio, la Unidad Liberal José Santos Zelaya y otras 21 organizaciones más.
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El pasado siete de marzo, el GCF canceló el «Acuerdo de Actividad Financiada» (FP 146) con el proyecto «Bio-CLIMA: Acción climática integrada para reducir la deforestación y fortalecer la resiliencia en las Reservas de Biosfera de BOSAWAS y Río San Juan», perteneciente al régimen de los Ortega-Murillo.
La organización ambiental informó que «la decisión fue tomada por la Secretaría del GCF, luego de un exhaustivo proceso de investigación y evaluación, así como de las acciones tomadas por la Secretaría para abordar los casos de incumplimiento, que constituían violaciones de los acuerdos legales pertinentes entre el GCF y la Entidad Acreditada».
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También se examinaron las medidas tomadas por la Secretaría de la organización ambiental en relación con los acuerdos legales pertinentes entre el GCF y el BCIE para abordar los casos en los que se encontró que la propuesta de financiamiento del proyecto Bio-CLIMA no cumplía con las políticas y procedimientos del GCF.
El GCF destacó que «no se desembolsaron fondos para el proyecto» y que el mismo tampoco «había comenzado con su implementación». El informe afirma que «la Secretaría del GCF sigue comprometida con el principio de no causar daño y evitar, minimizar y mitigar el impacto ambiental y social adverso potencial de las actividades de financiamiento climático».
