La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, reaccionó furibunda contra la Secretaría del Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés), a quienes llamó «agresores» y antiéticos, porque esa organización le canceló al gobierno de Nicaragua el desembolso de más de 116 millones de dólares porque no cumplió con los requisitos para recibir el financiamiento.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo es aplicante para beneficiarse con financiamiento millonario para desarrollar el llamado proyecto «Bio-Clima», que tiene como fin la protección del medio ambiente y contribuir con el desarrollo y convivencia de las comunidades en las reservas biológicas de Bosawas e Indio Maíz. El proyecto contemplaba para esta etapa el desembolso de 116 millones de dólares que serían canalizados a través del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Sin embargo, tras denuncias de organizaciones ambientalistas, principalmente de Fundación del Río, que obligaron a una investigación sobre la administración, destinos y beneficiarios de los fondos, la secretaría del proyecto determinó que el régimen de Ortega «incumplió las políticas y procedimientos sobre salvaguardas ambientales y sociales».
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«Nuestra posición, es de rechazo, de denuncia a la Secretaría del Fondo Verde del Clima, quienes a través de procesos y procedimientos no transparentes ni prácticas éticas han cancelado el financiamiento al proyecto Bio-Clima, concebido para la protección y defensa de las Reservas de Biosfera de Bosawás e Indio Maíz, a través de la reducción de la deforestación, el aumento de la reforestación y el establecimiento de la resiliencia», dijo Murillo durante su monólogo diario de este 8 de marzo, al leer un comunicado oficial.
Murillo leyó que el gobierno de Nicaragua, denuncia las medidas que llamó «agresivas, coercitivas y unilaterales» por parte de GCF al que acusa de haber violentado «los principios de acuerdos suscritos para defender la naturaleza, la adaptación, investigación ante el cambio climático», De igual manera, Murillo se quejó porque, según ella, le están impidiendo a su Gobierno «velar por la transformación de la vida de los pueblos originarios y afrodescendientes sin dejar a nadie atrás».
En ese sentido, la gobernante de Nicaragua exige al GCF «la movilización (desembolso) de los recursos comprometidos por la comunidad internacional para atender los desafíos y las múltiples crisis que enfrenta la humanidad como el cambio climático».
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Murillo, airada por perder esos millones de dólares, acusó a «los países más ricos» de estar agrediendo a su gobierno.
En defensa de su régimen aseguró que merecen recibir los fondos porque, supuestamente, han sido consecuentes con el reconocimiento de los derechos a la propiedad de las comunidades originarias y afrodescendientes, para los cual han demarcado y titulado 25 territorios de los pueblos originarios «con un área equivalente al 31.6 por ciento de nuestros territorios».
Agregó que el gobierno de su esposo, Daniel Ortega, ha realizado la mayor inversión social y de infraestructura en toda la historia de nuestra Nicaragua para garantizar la mejora de calidad de vida, en todas las familias nicaragüenses». Además, según afirma, realizan un esfuerzo sostenido de protección de los recursos naturales y el medio ambiente.
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Todo lo dicho por la vicedirectora se contradice con la realidad contada por líderes indígenas de los territorios originarios del caribe nicaragüenses, los que informan sobre la constante invasión de sus tierras y despojo a manos de colonos que actúan a vista y paciencia de las autoridades estatales que no hacen nada por detenerlos. En las comunidades autóctonas ocurren desplazamientos forzados, asesinatos, despojos de tierras y el Gobierno se hace de la vista gorda.
Según la información publicada en el sitio oficial del BCIE, el Proyecto Bio-Clima «tiene como objetivo apoyar a la Región Caribe de Nicaragua en la transición de un modelo de desarrollo económico basado en la explotación de recursos y el uso extensivo de la tierra, a uno de producción sostenible con conservación de recursos y producción agrícola intensificada, creando sinergias entre la conservación de los ecosistemas forestales».
Este es el segundo revés financiero que recibe la dictadura Ortega-Murillo en la misma semana. Primero el BCIE anunció que pondrá freno a los préstamos a Ortega porque ya llegó al límite permisible para ellos y ahora GCF le cancela el proyecto Bio-Clima.