El departamento de Masaya es el más pequeño del país y, desde el 2015, tiene una población proyectada de 364,168 habitantes. Han pasado casi dos siglos desde que fue elevada a ciudad y dos décadas de ser declarada la «Cuna del Folklore», por su ejemplo de cultura, tradición, trabajo y bellezas arquitectónicas. Una de ellas es el ilustre Mercado de Artesanías de Masaya, reconocido por su vetusta construcción estilo medieval.
El «Mercado Viejo» es un escenario lleno de gastronomía, cultura y tradición. Los antiguos muros que han sido restaurados, y que se remontan a la época neocolonial, dan un toque especial a este lugar turístico. Ahí, se comercializan artesanías de Masaya y de otras partes del país. Se encuentran decoraciones de barro, madera, marmolina y diferentes telas; juguetes y accesorios utilitarios, así como hamacas y ropa de manta y algodón.
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A pesar de ser un atractivo para el turismo, los comerciantes consideran que este mercado se ha vuelto un «museo», donde los visitantes solo llegan, aprecian los objetos en venta y luego, simplemente, se retiran. Artesanos y comerciantes confirman que las ventas siguen bajas desde 2018, con el inicio de la crisis sociopolítica que vive el país, y que fue «rematada» en 2020, con la llegada de la pandemia del Coronavirus.
La situación no ha permitido a los negociantes «levantar cabezas». «Cuando se inició el mercado era darle a los artesanos un lugar donde comercializar. Se empezó a diversificar, madera, trapo, y otras artesanías, e incluso artesanías extranjeras como de Guatemala pero con el nombre de Nicaragua», relata una comerciante de antaño.
Llegan turistas solo de paseo
No obstante, en la actualidad los comerciantes no encuentran «rentabilidad» en este mercado, solo ven «un punto de equilibrio» que sirve solo para cancelar deudas con acreedores, arrendamiento y pagos extras.
«En el último año ha habido un poco de movimiento en las ventas, apartando el tiempo de pandemia. Hay un punto de equilibrio pero no como en los 90 cuando mi mamá llegaba a vender hasta 20 mil córdobas diarios», reconoce otro comerciante.
Asimismo, lamenta que a pesar de que este mercado concentra la mayor parte de visitantes nacionales y extranjeros, en los últimos años se ha convertido más en un lugar de paseo que de ventas.
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«Ojalá volvamos al movimiento económico de 2016, cuando había muchos turistas y la cosa estaba mejor. Muchos estamos esperanzados a que vuelvan esos tiempos, porque los funcionarios en reuniones de turismo hablan como que aquí vienen miles de turistas, pero vienen a calentar el aeropuerto y se van», cuenta entre lamentos.
El mercado sigue siendo el principal escenario de cultura de Masaya, y uno de los sitios más turísticos del país. Ahí se encuentran kioscos, cafeterías, un bar y diferentes restaurantes que ofrecen todo tipo de comida, incluso de la gastronomía nicaragüense como es el vaho y el vigorón. Este sitio fue declarado «Monumento Histórico Patrimonial de Nicaragua» y es reconocido por el Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR) como «Mercado Nacional de Artesanías».