Abstenerse de entrar en Rafah implicaría “perder la guerra” contra Hamás, afirmó el sábado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sometido a presiones internacionales para frenar una ofensiva contra esa ciudad del sur de Gaza que acogió a más de un millón de palestinos desplazados. por el conflicto.
El dirigente israelí también afirmó que el ejército entrará en Rafah aunque se logrará un acuerdo con el movimiento islamista palestino para liberar a los rehenes capturados el 7 de octubre en Israel. “Aunque lo logremos, entraremos en Rafah”, subrayó en una rueda de prensa retransmitida por televisión.
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