Después de cinco domingos consecutivos sin celebrar las misas dominicales en la iglesia Santa Agatha, Miami; ni enviar sus homilías a los medios de comunicación independientes, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, envió un mensaje que insta al pueblo nicaragüense a «desafiar las estructuras opresoras».
A través de su cuenta personal de X, Báez compartió el evangelio referido al libro de Marcos capítulo 1 versículo 41; donde Jesús sanó a un hombre que padecía lepra y le pidió que lo librara de la enfermedad.
«Jesús desafía la ley tocando al leproso. La dignidad humana está por encima de cualquier ley», manifestó el obispo exiliado y desnacionalizado por Daniel Ortega. Monseñor Báez destaca que para «humanizar» a la sociedad «hay que ser compasivos, desobedecer las leyes injustas y desafiar las estructuras opresoras».
Monseñor Báez se ausenta de Santa Agatha
Las misas que el jerarca celebraba en la iglesia Santa Aghata, en Miami, Florida, Estados Unidos, se detuvieron desde que el líder católico se trasladó a Roma, por un llamado del papa Francisco, el pasado 20 de enero, una semana después del destierro de 19 religiosos más, entre ellos; los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora.
Sin embargo, el sacerdote nicaragüense Marcos Somarriba, quien también ejerce sus servicios religiosos en el país norteamericano, confirmó a La Prensa que monseñor Báez estará ausente de la iglesia de Florida por «varias semanas».
Noticia relacionada: Monseñor Silvio Báez participa en audiencia con el papa Francisco
Somarriba explicó que Báez «anda en otros lados». «Tiene retiros y cosas que le ha pedido su comunidad, tiene confirmaciones y por las próximas semanas no va a estar porque tiene que viajar y cumplir con un montón de compromisos, que también como obispo le ponen. No todo el tiempo puede estar aquí», detalló el cura al medio informativo.
El presbítero aseguró que el obispo capitalino «anda como obispo confirmando» y que, además, «tiene un trabajo en el seminario y los horarios del seminario a veces son bastante difíciles». «Yo no conozco su agenda», dijo Somarriba.
Se esperaba que monseñor Báez presidiera una eucaristía «en acción de gracias por el aniversario de la liberación de los 222 presos políticos», pero fue el padre Somarriba quien celebró la actividad religiosa este domingo, 11 de febrero.
No obstante, por medio de sus redes sociales, Báez agradeció el acto de Somarriba y lo calificó como un «hermoso gesto».
La última misa pública celebrada por monseñor Báez en la iglesia Santa Agatha fue el 14 de enero de 2024. En esa ocasión, entre lágrimas de felicidad, confirmó la llegada de diecinueve religiosos a Roma, entre ellos el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien permaneció como un preso político del régimen orteguista por más de 500 días.
«La dictadura sandinista criminal de Ortega no ha podido contra el poder de Dios», expresó durante esa eucaristía. De igual manera, invitó a todos a «agradecer al papa Francisco, principal figura de la Iglesia católica, por su interés y amor al pueblo de Nicaragua», como también por «la eficiencia diplomática del proceso que realizó el Vaticano» con la pareja en el poder.
A raíz de sus denuncias contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, monseñor Silvio Báez se encuentra en el exilio. Fue una de las primeras figuras religiosas a las que se les quitó la nacionalidad nicaragüense, aunque en ese momento ya estaba fuera del país. En el extranjero, continúa en la lucha por la liberación de los presos políticos y aún se perfila como una de las voces más potentes contra la dictadura nicaragüense.