Los alcaldes orteguistas de los 27 municipios de los departamentos de Estelí, Madriz y Nueva Segovia han invertido impuestos de los contribuyentes locales para publicitar proyectos ejecutados con transferencias del gobierno central. Esta situación, que se práctica desde los últimos tres años, recibió numerosas críticas de parte de los pobladores del norte de Nicaragua.
Un especialista en temas municipales considera que una de las causas de esta problemática son «las caídas en las recaudaciones». El experto señala que, debido a las bajas en ventas y servicios de empresas y comercios locales, «muchos contribuyentes hacen menos pagos en impuestos como el de Municipal sobre Ingresos (IMI), Bienes Inmuebles (IBI) y Matrículas y Licencias (IML)».
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«A algunos les está yendo mal porque no hay ventas ni compradores porque el poder adquisitivo se ha desplomado por la falta de empleos o las malas remuneraciones de los que existen. Ahora todo está carísimo y no hay dinero», dice el especialista. Además, destacó el impacto de la migración de miles de nicaragüenses, que ha provocado «el cierre de pequeños negocios» y «la ausencia de familias enteras que eran compradoras».
Un opositor local, que vive en Nueva Segovia, se une a la crítica contra las autoridades locales de esta zona del norte del país. «Deberían hacer más por los ciudadanos y no derrochar lo que con sacrificio se entrega como impuestos», reclama.
Agrega que ediles y concejales del partido de gobierno no desaprovechan los actos públicos para convertirlos en eventos políticos donde invierten el dinero de la gente y donde, al final, «nada queda de provecho». «Se gasta en gasolina para vehículos particulares y del Estado para acarrear a los partidarios. Les pagan viáticos, contratan sonidos y gente para arreglos, gastan los fondos públicos en nada útil», denuncia.
Grandes problemas, cero soluciones
De acuerdo con una publicación en la cuenta oficial de la alcaldía de Estelí, en la red social Facebook, en 2023, los concejales de esa localidad aprobaron un presupuesto de inversión anual por encima de los 400 millones de córdobas para «proyectos de beneficio para la población».
Señalaron que el presupuesto incluía adoquinado, reparación de calles y caminos rurales, y la construcción de un área del estadio de fútbol Independencia, al que las autoridades edilicias le destinan cada año más de 550 mil córdobas. Dicha construcción es la casa oficial del equipo de fútbol «Tren del Norte», del cual es propietario el Secretario General de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno Briones.
Ese mismo año, la comuna esteliana recibió un monto de transferencia del gobierno central de más de 125 millones de córdobas, Sin embargo, ni ese dinero, ni el del presupuesto local, se ha utilizado para construir mejoras en el sistema de drenaje pluvial, que ayude a evitar las grandes inundaciones de muchas calles de barrios pobres ubicados al este y noroeste de esta ciudad.
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Tampoco se ha visto un efectivo plan de ordenamiento público para descongestionar el tráfico vehicular, que es un grave problema para el transporte colectivo y selectivo que se ofrece en la ciudad y para los vehículos particulares.
«No hay en estas plataformas, que ocupan más para propaganda política, alguna información relacionada a una rendición de cuentas sobre en qué se gasta el dinero de los contribuyentes. Ahí solo se promueven a los gobernantes, convocatorias para marchas y otro tipo de actividades partidarias», denunció el ingeniero civil esteliano, Rafael Martínez Lazo, quien se encuentra exiliado en Costa Rica.
Martínez Lazo mencionó que en la ciudad de Estelí hay grandes necesidades que el alcalde sandinista, Francisco Ramón Valenzuela, no resuelve. «Cada vez que llueve la mayoría de las calles se inundan, porque no existe un proyecto de drenaje pluvial, jamás lo han diseñado. Además, es la ciudad más sucia porque se carece de un plan de instalación de recipientes de basura o las autoridades se niegan a incrementar la cantidad de camiones recolectores de desechos sólidos que recorren a diario los barrios», indicó.
Dinero para monumentos y parques
La obras más destacadas de las 27 alcaldías de esta zona del país son la rehabilitación de parques y la instalación de monumentos de personajes del antiguo sandinismo, que fallecieron durante la insurrección popular de 1979, que sacó del poder a la familia dictatorial de los Somoza.
En algunas localidades, la Alcaldía pintó y remozó bulevares, el órgano gubernamental también dio mantenimiento a calles de tierra y reparó pequeños tramos de caminos en zonas rurales. Además, las comunas financian a las instituciones del Estado impulsando en sus ciudades actividades deportivas, recreativas, culturales, así como ferias gastronómicas y religiosas como las de iglesias evangélicas o algunas católicas en las que no toman en cuenta a los sacerdotes de las localidades.
En el municipio de Somoto, la cabecera departamental de Madriz, pobladores vieron a la alcaldesa sandinista Dania Sugey Martínez Mondragón «supervisando» la instalación de monumentos a los héroes de su partido. Además, la funcionaria del Estado aprobó financiar, con fondos de la comuna, la entrega de «paquetes solidarios alimenticios» a simpatizantes del orteguismo.
Una fuente de la comuna dijo que la Alcaldía ha hecho pequeños aportes a la reparación de caminos, junto a trabajadores del Fondo de Mantenimiento Vial (FOMAV). Su Concejo también autorizó «retocar» estadios deportivos y adoquinar calles en diversos barrios, a través del financiamiento del único organismo cooperante español Euskal Fondoa y bajo el programa «Calles para El Pueblo» del gobierno central. Mientras que las viejas calles adoquinadas de las dos avenidas principales de la ciudad de Somoto están «casi intransitables» por su desgaste, vencimiento y deterioro por las épocas de lluvia.
Somoto también tiene problemas con la recolección de basura. «Las calles sucias son un problema. Hay una deficiente recolección de desechos», acusa un comerciante del mercado municipal. Otro reclamo en esta zona comercial es el desorden. «El mercado informal crece de forma acelerada y afecta a los comerciantes tradicionales y que sí pagan impuestos», se queja el vendedor, que para criticar con mayor vehemencia pide no revelar su identidad.
Otros ciudadanos también denuncian que hay barrios donde el agua potable no llega. «Estamos esperando que nos incluyan en algún proyecto de viviendas. Llevamos años solicitando que nos apoyen en la alcaldía», se quejó Alfredo Hernández Ruiz, en el sitio de Facebook de la alcaldía somoteña.
Desde 2018, la Alcaldía de Somoto no logra cumplir con las metas de recaudación fiscal de 42 millones de córdobas trimestrales. Para ese año, solo lograron recaudar un 72% del monto total fijado, que es de un poco más de 170 millones de córdobas, según una fuente de esa administración. «La recaudación se ha caído, por eso hay pocas obras con fondos propios», admite el informante extraoficialmente.
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Problemas en Ocotal, Nueva Segovia
Por su lado, las autoridades municipales de Ocotal anunciaron que, para este año, cuentan con un presupuesto de 155 millones de córdobas. En 2023, el monto fue de 118 millones, unos 36 millones más que en el 2022, pero la alcaldesa Xiomara Tercero López aseguró que serán destinados a la continuidad de las etapas de construcción del Parque Soberanía y la construcción del teatro municipal, así como la continuidad del programa de viviendas «Bismarck Martínez», en la zona sur del municipio.
Ni en escrito, ni en en sus discursos o anuncios públicos, Tercero López menciona algún proyecto para solucionar la falta de agua en casi 20 barrios de la ciudad, un problema que se agudiza cada año con la llegada del verano y que afecta a más de 40 mil habitantes. Tampoco se pronunció respecto al ordenamiento de la ciudad y la reparación de calles centrales, solicitudes que los pobladores han pedido en varias ocasiones.
Entre los proyectos de asistencia social que más se destacaron el año pasado, en cada uno de estos 27 municipios de Las Segovias, y que fueron ejecutados en su mayoría con fondos de transferencias del régimen orteguista, se cuentan la construcción de unas 250 viviendas del proyecto «Bismark Martínez» y otras con recursos del Instituto Nicaragüense de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR). Otros proyectos también son el adoquinado y revestimiento con concreto hidráulico de unas 350 calles y la reparación de unos cuatro kilómetros de caminos rurales.
Desde que Daniel Ortega retornó al poder «puso de moda» las costumbres que el mismo Frente Sandinista de Liberación Nacional combatió, y por lo que muchos fueron asesinados por una anterior dictadura, la falta de rendición de cuentas y ser «eterno» en un cargo político. Ortega ha contagiado con esos males al poder municipal en las 153 localidades del país.
«Los cabildos son actividades partidarias y se limitan a sesiones informativas, ningún ciudadano critica o demanda alguna solución a algún problema, porque sería perseguido después», advierte un exconcejal de Ocotal. «Estos alcaldes obedecen ciegos a Ortega y Rosario Murillo. No tienen independencia, la autonomía municipal murió hace tiempo en Nicaragua», lamenta.
Por Voces Unidas