Desde que su padre, el exguerrillero y exvicecanciller sandinista de la década de los 80, Víctor Hugo Tinoco, fue encarcelado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el 13 de junio de 2021, el mundo de la doctora Cristian Tinoco Parrales cambió vertiginosamente. Sus días se volvieron amargos, en idas y venidas a la prisión de «El Chipote».
Para la médico oftalmóloga, el encarcelamiento de su padre fue duro, no solo por el dolor que le causaba saberlo aislado, enfermo y sometido al hambre y a los extensos interrogatorios, sino porque a la par, ella, estaba batallando contra un cáncer terminal que le tenía los días contados.
Este viernes, dos de febrero, Cristian Tinoco falleció producto de ese cáncer. Su deceso ocurrió en México, el país que acogió a toda su familia cuando decidieron salir al exilio, después que la dictadura sandinista de los Ortega Murillo desterró a su padre en un avión, el nueve de febrero de 2023, junto a otros 221 prisioneros políticos.
Tinoco conmovió a la opinión pública porque cada vez que aparecía en las cercanías de El Chipote, rogaba a los dictadores Ortega Murillo que le dejaran ver a su padre. «Por misericordia, déjenme ver a mi padre. Yo sé que él también está sufriendo por no saber nada de mí», reclamaba.
Estaba bajo atención médica pero ya se sentía «malita»
La comandante guerrillera y también disidente del sandinismo Mónica Baltodano dijo a Artículo 66 que recientemente estuvo en México, donde pudo almorzar con la familia Tinoco.
Baltodano explicó que le comentaron que Cristian «estaba recibiendo tratamiento, que la estaban atendiendo muy bien, pero las quimioterapias y los tratamientos siempre son bastante fuertes».
«Deyanira (la mamá de Cristian) y Víctor Hugo estaban muy tranquilos. (Pero) realmente es triste que un hijo se vaya antes que los padres. Siempre eso es dolorosísimo», dijo notablemente compungida la comandante Baltodano.
Recordó aquellos días en que la doctora Cristian Tinoco tuvo que apostarse en las afueras de la cárcel para pedir que la dejaran ver a su padre. «No cabe dudas de que todo el periodo en que Víctor Hugo estuvo preso, y ella sin la suficiente atención y con todo el estrés… es un factor que contribuye al deterioro de los enfermos de cáncer, así que de alguna manera también ella es víctima de toda esta situación que estamos viviendo todos los nicaragüenses».
«Una verdadera leona»
La comandante Mónica Baltodano elogió sin titubeos el coraje de la doctora Tinoco. «Se portó como una verdadera leona, fuerte, fuerte, cuando capturaron a Víctor Hugo… Cristian se portó fuerte en la denuncia, dar la cara, exigir la libertad de su padre, exigir verlo. Una muchacha muy valiente, se portó con mucho coraje en ese momento. Es admirable», dijo la exguerrillera, también en el exilio.
Cristian Deyanira Tinoco Parrales nació el 5 de diciembre de 1978. Hace un poco menos de dos meses cumplió 45 años, y desde el 2011 sufría un cáncer de mamas, que luego hizo metástasis y se le regó por la cadera izquierda y el pulmón izquierdo, según publicó en una crónica el medio digital Despacho 505, en agosto de 2021.
Según esta publicación, en el 2015, cuando el cáncer comenzó a esparcirse por varias partes de su cuerpo, «los médicos le pronosticaron entre tres y cinco años de vida. En abril de este año 2021, dos meses antes del secuestro de su progenitor, Tinoco Parrales sufrió otra metástasis, esta vez en el abdomen», se lee en el despacho periodístico.
La familia Tinoco Parrales todavía no ha informado si harán algún tipo de honras fúnebres en México.