La economía de Estados Unidos creció más de lo esperado en los últimos meses de 2023, un año que cerró con una expansión del PIB del 2,5%, por encima del 1,9% de 2022, informó este jueves el Departamento de Comercio.
Con la campaña electoral en curso y el presidente Joe Biden buscando su reelección, la mayor economía mundial tuvo un crecimiento en el último trimestre de 3,3% en proyección anual (la expansión del PIB a 12 meses si continuaran las condiciones al momento de la medición).
El último trimestre mostró una moderación de la actividad económica, con una expansión que cae del 4,9% en proyección anual en el tercer cuarto del año. Pero el dato supera de todas formas el 2% que esperaba el mercado, según el consenso recabado por la consultora Market Watch.
Este desempeño del PIB se vio sostenido por un mercado laboral sólido y por los gastos de los consumidores.
Los salarios subieron y, desde mediados de 2023, los aumentos fueron mayores que los incrementos de precios.
Así, el consumo, principal motor del crecimiento estadounidense, se mantuvo sólido a pesar del impacto de la inflación sobre el poder adquisitivo.
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La expansión del cuarto trimestre “refleja incrementos en los gastos de los consumidores, las exportaciones, y el gasto de los gobiernos” estatales y locales, indicó el Departamento de Comercio.
De esta forma, Estados Unidos escapó de una recesión en 2023, un escenario frecuentemente esbozado como una posibilidad para los economistas, en un contexto de altas tasas de interés para contener la inflación.
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“El crecimiento económico ha sido más resiliente de lo que anticipamos en 2023”, admitió la economista jefa de Nationwide, Kathy Bostjancic, en diálogo con la AFP.
– Biden, economía y campaña –
El gobierno, aprovechando este “aterrizaje suave” de la economía, como se denomina a la expansión del PIB a pesar de altas tasas de interés, trata de capitalizar los números de la política económica atribuida al presidente demócrata Joe Biden, a la que han denominado “Bidenomía”.