La vicepresidenta de Nicaragua y vocera gubernamental del régimen orteguista, Rosario Murillo, inició su habitual discurso vespertino con grandes alabanzas y elogios hacia Luis Andino Paiz, expresidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), que actualmente funge como embajador del país ante Burkina Faso, en África Occidental.
La razón detrás de la incontenible alegría de Murillo para su funcionario orteguista se debe a que Andino izó la bandera nacional y la develación de la imagen del escudo como un símbolo de la inauguración de la embajada nicaragüense en la nación africana, y también como «un homenaje al 157 aniversario del natalicio del poeta universal Rubén Darío».
Después de verlo en las «lindas fotos», Andino fue descrito por la primera dama como «un joven comprometido con las luchas y las causas de la justicia y el amor». De igual manera, Murillo lo llamó un «combatiente» y «líder universitario que se impuso en aquellos momentos trágicos de odio en nuestra Nicaragua».
De acuerdo con la transcripción del discurso de Andino publicado en los medios oficialistas, el simpatizante orteguista expresó que las alegorías y colores componen la bandera y el escudo nacional «representan el Mar Caribe y el Océano Pacífico que bañan las costas del país, los volcanes y unidad centroamericana, la Revolución Popular Sandinista, el desarrollo social, económico del país dirigido por el presidente ‘comandante’ Daniel Ortega y la vicepresidenta ‘compañera’ Rosario Murillo y las luchas del pueblo nicaragüense por su autodeterminación, soberanía e independencia nacional».
Es importante resaltar que también hicieron hincapié en la presunta actitud «antiimperialista» de Darío, término empleado por la dictadura sandinista para referirse a Estados Unidos. El renombrado poeta mantuvo relaciones diplomáticas, culturales y literarias con la nación norteamericana. A pesar de que el escritor criticó las intervenciones extranjeras que Estados Unidos llevaba a cabo en América Latina, su visita al país en 1914 fue especialmente destacada, con homenajes y reconocimientos por su valioso aporte a la literatura.
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En la ceremonia de apertura de la embajada, Andino también proporcionó una detallada explicación sobre el significado detrás de los símbolos patrios y emblemas nacionales. La vicedictadora señaló que fue un momento significativo gracias a que «el compañero Luis Andino, junto a la bandera y el ‘árbol de sacuanjoche’, que es nuestra flor nacional», articuló con detalle «nuestra bandera, nuestro escudo, nuestros colores, y siempre hizo referencia a la celeste esperanza que nos impulsa en esta Nicaragua llena de luz, vida y verdad».
En la actividad también estuvieron presentes otras figuras políticas como Valentín Sankara, familiares del líder burkinés Thomas Sankara, directivos de la Asociación de exgraduados en Cuba, del Centro Memorial de Uagadugu, del Centro de Estudios Thomas Sankara, el Club de Español de la Universidad Joseph Ki-Zerbó, el jefe y miembros de la Misión diplomática de Cuba, empresarios amigos y medios de comunicación.
De UNEN a embajador
Mediante el acuerdo presidencial 220-2023, publicado en el diario oficial La Gaceta del jueves, nueve de noviembre, el Ejecutivo designa a Andino como diplomático «extraordinario y plenipotenciario de la República de Nicaragua ante el Gobierno de Burkina Faso».
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Ortega hace oficial la designación del expresidente de UNEN, dos días después de que lo anunciara la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo, a través de su monólogo meridiano.
El pasado martes, siete de noviembre, Murillo publicó que «hemos recibido con alegría el beneplácito de las autoridades, la cancillería de Burkina Faso, para nuestro compañero Luis Andino Paiz, quien será embajador residente de nuestra Nicaragua bendita y esta misma semana viaja a Uagadugú (la capital de ese país), representándonos como embajador ante ese pueblo heroico».
Según la versión de la esposa de Daniel Ortega, en el continente africano, la dictadura sandinista ya tiene cuatro embajadas abiertas, en lo que parece ser un intento desesperado del régimen sandinista de acercarse a gobiernos donde Estados Unidos y la Unión Europea tienen menos influencia y donde no habrá muchos cuestionamientos contra la forma dictatorial de gobierno que tiene el sandinismo.