Agentes de seguridad rusos incautaron un cargamento proveniente de Nicaragua que contenía una tonelada de cocaína. De acuerdo al Servicio Federal de Aduanas (FTS), el barco que llevaba el cargamento arribó al Gran Puerto de San Petersburgo, Rusia, este miércoles, 10 de enero.
El organismo gubernamental detalló que el alijo proveniente de Nicaragua estaría valuado en más de 122 millones de dólares en el mercado negro. Un portavoz del FTS aclaró que «los contrabandistas enfrentarán hasta 20 años de prisión si son declarados culpables de tráfico de drogas a gran escala».
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Este hecho hizo «saltar las alarmas» de distintos opositores debido a los negocios turbios de narcotráfico que mantiene la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Dora María Téllez, historiadora y exguerrillera, compartió en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter) que «la Policía debe de tener la información de quien es el exportador que intentó enviar mil tacos de drogas» y, añadió que «el traficante debe de ser alguien que viajó en múltiples ocasiones a Rusia para tener oportunidades de contactarse con compradores en el país europeo».
En la misma línea, el economista Enrique Sáenz declaró que «¿la policía sabe de cuál puerto salió el contenedor incautado en Rusia? ¡Por supuesto! ¿Sabe el nombre de la empresa embarcadora? ¡Obvio!» y, en el mismo tono irónico, añadió que se deben de saber cuáles funcionarios aduaneros y portuarios colaboraron en este delito, «Entonces, ¿cuántos capturados hay?».
A su vez, Sáenz destacó que «el aliado Putin no ocultó la tonelada de cocaína proveniente de Nicaragua». La idea de «una traición de Putin» es apoyada por el especialista en relaciones internacionales salvadoreño, Napoleón Campos, quien dijo que «ni entre los tiranos, cuyas manos están manchadas de sangre, se respetan».
Esa opinión concordó con lo mencionado por Emiliano Chamorro, periodista que mencionó que «Nicaragua es utilizada para tráfico de inmigrantes y drogas por el mismo Estado y, cada vez, se convierte en una mayor amenaza contra la comunidad internacional. ¿Hacía dónde va Nicaragua?», cuestionó.
En la misma línea, el exreo político, Medardo Mairena, consideró que «Ortega convirtió al Estado nicaragüense en una organización criminal, dedicada al tráfico de drogas y de migrantes hacia Estados Unidos, junto a otros crímenes» y, objetó que, «¿qué esperan los países afectados para usar la Convención de Palermo?».
Actualmente, las autoridades rusas aún no brindan información del nombre o la nacionalidad de los delincuentes detenidos. Tampoco especificaron el puerto nicaragüense de origen, ni la agencia naviera encargada de transportar el contenedor.