La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) instó a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo a que informe sobre el paradero del obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora, secuestrado por la Policía de Nicaragua desde el pasado 20 de diciembre de 2023 junto a dos seminaristas que lo acompañaban en sus labores pastorales.
«Instamos al Gobierno de Nicaragua a informar urgentemente del paradero del obispo Mora, víctima de desaparición forzada desde hace 16 días. Ocultar esta información y aislarlo de su familia y representantes legales pone en riesgo su vida e integridad», declaró la OACNUDH a través de su cuenta oficia de X.
Monseñor Mora es el segundo obispo encarcelado por la dictadura Ortega-Murillo. Fue secuestrado por efectivos policiales junto a los seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacio, ambos estudiantes del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima.
La OACNUDH declaró desde el pasado 28 de diciembre al obispo Mora en situación de «desaparición forzada», pues desde su secuestro, el régimen no ha informado sobre su paradero, ni los motivos de su detención, tampoco ha formulado ningún tipo de acusación en su contra.
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El líder católico fue la primera víctima de la más reciente redada ejecutada por la dictadura contra sacerdotes de la Iglesia nicaragüense, en la que fueron secuestrados en total 19 religiosos, dos de ellos fueron liberados horas después pero son mantenidos en casa por cárcel bajo férrea vigilancia policial y paramilitar, según informaciones enviadas a los medios independientes.
Monseñor Mora fue capturado por los esbirros de Ortega luego de haber pedido oraciones para el obispo de la Diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, encarcelado desde hace más de 500 días y por declarar que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se mantiene unida y en oraciones por monseñor Álvarez.
Asimismo, la Oficina del Alto Comisionado de DD.HH. recordó al Estado de Nicaragua que «ocultar esta información y aislarlo de su familia y representantes legales pone en riesgo su vida e integridad».
Sacerdotes rehenes de la dictadura
El 20 de diciembre de 2023, día en que la dictadura desató otra cacería contra los sacerdotes católicos, fueron secuestrados los seminaristas Alester Sáenz y Tony Palacio, ambos son estudiantes del Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima. Fueron secuestrados junto al obispo de Siuna, Isidoro Mora, a quien acompañaban en sus labores pastorales. La dictadura no ha presentado una acusación formal contra ellos y no se tiene información de su paradero, por lo que se considera que están en calidad de desaparecidos.
El 26 de diciembre, fue secuestrado el sacerdote Pablo Villafranca, párroco de la iglesia Nuestro Señor de Veracruz, en Nindirí, Masaya y canciller de la Curia Arzobispal de Managua. «No existe una acusación formal en su contra ni se conoce dónde lo tienen secuestrado», especifica el informe actualizado por la abogada Martha Patricia Molina.
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En tanto, el día 28 de diciembre, el régimen lanzó a sus policías contra cuatro religiosos, con la orden de secuestrarlos. En esa redada, los esbirros de la dictadura se llevaron a los sacerdotes Héctor Treminio, de la parroquia Santo Cristo de Esquipulas, de la Arquidiócesis de Managua; a monseñor Marcos Díaz Prado, de la iglesia Santo Tomás Apóstol, de Corinto; al padre Fernando Calero, del templo Nuestra Señora de Fátima, en Rancho Grande, Matagalpa, quien habría mencionado a monseñor Álvarez en una de sus homilías; y a monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua y párroco de la iglesia Cristo de las Colinas quien antes ha tildado de mentiroso al dictador Ortega por decir que «en Nicaragua hay libertad religiosa».