En una carta dirigida a los socios de Mercon Coffee Group, el director general de esa empresa, Óscar Sevilla; explica una serie de acontecimientos que llevaron a que el conglomerado se declarara en bancarrota.
Mercon Coffee Group opera en Nicaragua bajo la figura de la empresa CISA Exportadora, que se había posicionado como la principal compradora y comercializadora internacional de café de Nicaragua la que cerró sus acopios en el país el pasado viernes, primero de diciembre, sin ningún tipo de aviso. La medida dejó a los productores cafetaleros que le vendían sus cosechas tocando puertas y yendo de un lado a otro, y escuetamente les dijeron que era porque «se cayó el sistema».
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En la misiva con fecha de miércoles, seis de diciembre, Sevilla destaca las dificultades presentadas desde hace tres años que representaron desafíos para la empresa que no lograron superar.
«En los últimos tres años, las perturbaciones logísticas derivadas de la pandemia, sumadas a los efectos de las heladas y la sequía en Brasil, el prolongado atraso del mercado, la volatilidad sostenida de los precios y los rápidos aumentos de las tasas de interés se han combinado para formar un entorno operativo excepcionalmente desafiante para Mercon», expone Sevilla en el escrito.
Menciona que hicieron todo lo posible a través de la toma de «medidas rápidas y decisivas» para sostener el negocio; sin embargo, «los factores macroeconómicos que actúan en contra de Mercon han persistido durante más tiempo de lo esperado y los prestamistas han optado por no extender los acuerdos de crédito, lo que ha resultado en condiciones de capital de trabajo extremadamente estrictas».
Pero ninguna de las vías generó el objetivo esperado y la compañía se quedó sin financiamiento para sus operaciones. «La junta directiva ha decidido acogerse al Capítulo 11 del código de Quiebras de los Estados Unidos como la mejor alternativa para proteger los activos de la empresa. El proceso de quiebra, que aún está en curso, permitirá a Mercon continuar operando para facilitar una reestructuración o un proceso de liquidación ordenado y justo que maximice el valor para todas las partes interesadas involucradas, incluidos empleados, productores, clientes, proveedores de servicios y más», detalla la carta.
Prometen apoyar a productores
Mercon agradeció por el respaldo recibido durante más de siete década y se comprometió a «trabajar estrechamente con el propietario de su cuenta de ventas para garantizar un proceso fluido en relación con los contratos abiertos». Al mismo tiempo, invitó a sus socios a esperar «actualizaciones continuas a medida que avancemos en este proceso».
La empresa entró en aprietos financieros desde 2021 y el grupo tuvo que hacerse de «una deuda de 450 millones de dólares con el Banco Internacional (holandés) Rabobank y otras 13 entidades financieras», comentó el economista Juan Sebastián Chamorro, a través de un video que difundió en su cuenta personal de X.
Mercon Coffee Group tenía inversiones en unos nueve países. En su sitio web, Mercon se define como «un líder mundial en el sector del café» y se precia de tener «una vasta experiencia en producción, comercialización, logística y gestión de riesgos».
Ante la incertidumbre que llena a los productores nicaragüenses, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo se pronunció y prometió que como un «Estado responsable están trabajando para que la empresa cumpla con sus compromisos comerciales y financieros».
El régimen advirtió, a través de una nota de prensa publicada en medios oficialistas, que «de acuerdo con la Constitución y las leyes» se encuentran trabajando con las instituciones que atienden al sector cafetalero para facilitar «la comercialización y exportación del café que resulten de la producción y las cosechas cafetaleras».